Cada día son más los usuarios de todo tipo de vehículos que utilizan dispositivos de grabación de imágenes mientras conducen. También son muchos los que capturan escenas del tráfico con las cámaras de sus teléfonos móviles con diferentes finalidades. Sin embargo, pocos conocen las consecuencias que puede acarrear la publicación de esas foto o vídeos indiscriminadamente.
Más información
Tanto la Unión Europea como España cuentan con estrictas reglamentaciones para proteger los datos personales de sus ciudadanos, de modo que se garantice su derecho a la intimidad y la privacidad. Son normativas que facilitan el control de estos datos a través de mecanismos de acceso, rectificación e incluso de supresión, de obligado cumplimiento tanto para las empresas que recaben tal información como para los particulares.
La grabación de imágenes en lugares públicos está permitida, no así su publicación en cualquier medio que permita la identificación, directa o indirecta, de personas sin su consentimiento explícito. En este contexto, la presencia de matrículas de vehículos en estos soportes se considera un dato personal, ya que propicia la identificación del conductor en un momento y lugar determinados a través de ese número exclusivo asociado al propietario.
Utilización de las imágenes
La persona que grabe imágenes de vehículos en la vía pública puede utilizarlas para su uso privado, además de servir en casos concretos como prueba de un incidente de tráfico que se aporte para la resolución de un conflicto. Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado también pueden usar fotos y vídeos como prueba de infracciones o delitos, pero en cualquiera de estos supuestos la publicación de las matrículas sería ilegal.
Para publicar imágenes de terceros es necesario disponer de su consentimiento por escrito o, en otro caso, manipular la imagen para que el número de la matricula no resulte legible. De no ser así, el autor que las difunda a través de cualquier soporte puede ser objeto de reclamaciones e incluso denuncias.
Aunque la legislación sobre la protección de datos admite interpretaciones e incluso existe jurisprudencia en este sentido (al considerarse que la matrícula no da acceso directamente a todos los datos personales del propietario), lo cierto es que el riesgo de ser objeto de una reclamación o denuncia existe, por lo que es aconsejable evitar la publicación de estas imágenes sin autorización.
Y es que resulta evidente que hacerlo sí ofrece información que puede ser considerada como personal, empezando por la presencia del vehículo en un determinado lugar y momento, algo que ataca directamente a la privacidad del conductor.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram