Las temperaturas empiezan a bajar, sobre todo por las mañanas, cuando puede ser un verdadero reto arrancar el coche. El motor hace un mayor esfuerzo para ponerse en marcha e, incluso, se pueden provocar averías de no tener cuidado.
Por ejemplo, lo primero que hay que hacer para arrancar el coche en invierno es darle solo al contacto, para activar el sistema eléctrico y dejar que algunas piezas se vayan templando. Este paso es especialmentemente importante en los motores diésel.
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Los coche diésel necesitan que los calentadores empiecen a funcionar y suban la temperatura de la cámara del combustible. De hecho, cuando hace frío, es conveniente encender y apagar un coche diésel unas dos o tres veces antes de arrancarlo del todo.
Además, es aconsejable dejar el motor al ralentí unos segundos antes de iniciar la marcha. El mecánico de Taller RedISTA explica en su perfil de TikTok por qué es importante aplicar este gesto durante las mañanas de invierno a la hora de arrancar el coche.
Esto permitirá que el aceite y otros lubricantes del vehículo cojan temperatura y circulen mejor, facilitando el trabajo de todas las piezas mecánicas del coche. Obviamente, si al coche le cuesta mucho arrancar, probablemente sufrirá algún problema en la batería o en el motor de arranque, como recuerdan desde el club de automovilistas RACE. En este caso, habrá que recargar la batería o acudir al taller para una revisión y un diagnóstico rápidos.
Consejos para arrancar el coche en invierno
Antes de arrancar el motor, en general y más especialmente en invierno, se debe pisar el embrague hasta el fondo. Así se desacopla la transimisón y el motor de arranque hace menos esfuerzo. Para evitar que esta pieza sufra, también hay que evitar forzar el arranque.
Si el motor no arranca a la primera, no se debe insistir con la llave en el contacto más de cinco segundos ni intentar volverlo a poner en marcha en menos de 20 segundos. Respetando estos tiempos se evitará abusar de la batería y del motor de arranque.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.