En España caen al año algo más de 1,3 millones de descargas eléctricas, la mayoría de ellas en verano, sobre todo en julio y agosto. En tiempo de rayos y centellas, ¿el conductor y los ocupantes de un coche están a salvo?
La respuesta viene del siglo XIX, de boca del físico británico Michael Faraday. Un automóvil cerrado impide que la electricidad pase a su interior y, de este modo, protege a sus ocupantes en caso de que reciba la descarga eléctrica.
La noticia es buena, porque un rayo puede generar temperaturas de hasta 20.000 grados. Además, el efecto de protección resulta válido para cualquier turismo, ya sea de combustión o eléctrico.
Un coche, una jaula de Faraday
Aunque el científico (que da nombre a una marca de supercoches eléctricos) no pensaba en vehículos en aquel tiempo, mediante un famoso experimento bautizado después jaula de Faraday explicó un fenómeno aplicable a los automóviles.
Cuando un recinto cerrado está recubierto de metal, el interior no recibe influencias de campos eléctricos externos porque su campo eléctrico es nulo. Sin entrar en demasiados detalles técnicos, el coche es un lugar seguro. Además, los neumáticos lo aíslan del suelo.
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Pero hay un pero: precisamente por que la carrocería es un elemento muy conductor de la electricidad, tiene más posibilidades que otros objetos de que le caiga un rayo durante una tormenta eléctrica. No es habitual, pero a veces sucede.
Así que si este fenómeno sorprende al conductor en plena carretera, viene bien seguir los consejos que dictan la ciencia y el sentido común, porque la estadística bien puede ponerse en su contra.
- Se debe apagar la radio, cerrar las ventanillas y evitar el contacto con las partes metálicas del habitáculo. De este modo, la electricidad no pasará al interior.
- Al detenerse, es conveniente elegir un lugar seguro alejado de vallas metálicas, tendidos eléctricos y zonas húmedas.
- En vías fuera de poblado, lejos de la protección de edificios y pararrayos, hay que situarse en un lugar donde el coche no se convierta en el punto más alto.
- En caso de haber estado en pleno campo eléctrico, hay que dar un margen de tiempo para abandonar el coche, ya que su superficie ha quedado cargada de electricidad.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).