La somnolencia al volante es responsable de hasta el 30 % de los accidentes de tráfico en España, según la Dirección General de Tráfico. Este estado de cansancio afecta gravemente a los reflejos y la concentración del conductor. Sorprendentemente, conducir tras 17 horas sin dormir equivale a tener 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. La falta de sueño no solo aumenta el riesgo de accidentes, sino que los hace más severos.
Con la llegada del invierno se genera un contraste de temperaturas entre el exterior y el interior del automóvil debido a la calefacción. En viajes largos, el sopor aumenta por el calor generado en el interior del coche. Un microsueño es un breve lapso de entre dos y cinco segundos en el que el conductor pierde la conciencia debido a la fatiga.
Aunque pueda parecer insignificante, a una velocidad de 100 km/h, esto equivale a recorrer unos 28 metros sin control del vehículo. Este fenómeno pone en peligro no solo la vida del conductor, sino también la de los pasajeros y otros usuarios de la vía.
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Indicios que advierten de los microsueños
Los microsueños suelen estar precedidos por bostezos, pestañeos frecuentes, pesadez de párpados y escozor en los ojos. Estas señales indican un riesgo inminente de quedarse dormido. Durante esos segundos de inconsciencia, el conductor pierde los reflejos, aumenta las probabilidades de colisión y reduce significativamente su capacidad de reacción ante imprevistos, convirtiendo el vehículo en una amenaza.
Consejos para evitar los microsueños
Para prevenir los microsueños, es fundamental dormir al menos ocho horas antes de un viaje largo. Hacer pausas cada dos horas para caminar y estirar las piernas mejora la concentración y la circulación. Además, tomar siestas cortas de unos 20 minutos durante el trayecto ayuda a recargar la energía del cuerpo sin caer en un sueño profundo que provoque desorientación al despertar.
Alimentación y hábitos al volante
Evitar comidas copiosas es clave, ya que los alimentos ricos en grasas pueden inducir somnolencia. Es mejor optar por aperitivos ligeros durante el viaje. También se recomienda mantener una buena hidratación con agua o bebidas sin azúcar, evitando el consumo excesivo de café o bebidas energéticas, cuyos efectos son temporales y podrían generar más cansancio después.
Errores comunes y factores externos
Conducir en horas críticas, como la madrugada o después del almuerzo, aumenta el riesgo de microsueños. También se debe prestar atención a medicamentos que puedan causar somnolencia. Por último, es indispensable mantener el coche ventilado y fresco, ya que el calor que genera la calefacción en invierno, precipita el cansancio. Como en todo lo relacionado con la automoción, la prevención es el mejor aliado para garantizar la seguridad al volante.
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