Aunque el mercado español cuenta con bastantes coches con el cuentakilómetros alterado, es posible que algunos propietarios ni siquiera sepan que el kilometraje de su vehículo ha sido manipulado en el pasado.
Estos coches pueden causar problemas importantes, se estropean con más frecuencia y requieren costes de reparación sustanciales. Según CarVertical (proveedor de historiales de vehículos), a veces es más rentable vender un coche con un cuentakilómetros alterado y comprar otro vehículo que reparar continuamente el antiguo.
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1. Bajo kilometraje
Para empezar, un bajo kilometraje puede indicar que el cuentakilómetros ha sido manipulado. En España, los vehículos suelen recorrer una media de 29.000 kilómetros al año. Por lo que, a lo largo de cinco años, un coche medio podría haber recorrido casi 150.000 kilómetros.
Si el kilometraje de un automóvil usado es sensiblemente más bajo, esto podría indicar que se ha manipulado para vender el vehículo a un precio más alto. Aunque no siempre, claro, y por eso merece la pena hacer ciertas comprobaciones para corroborar ese dato y no lanzarse a la compra sin mirar ciertos indicadores.
2. Piezas desgastadas
Las piezas significativamente desgastadas también pueden indicar un kilometraje elevado. El chirrido de los frenos, el traqueteo del volante o la dificultad para pisar el embrague pueden significar que el vehículo ha recorrido más de lo que se afirma en el anuncio. Por supuesto, también depende de los hábitos de conducción del propietario y del mantenimiento del vehículo.
Los pedales desgastados, el cuero del volante descascarillado o el lateral izquierdo del asiento del conductor muy rozado de entrar y salir, son elementos que deben revisarse para comprobar su estado.
A la hora de elegir un coche usado, también se recomienda prestar atención a las condiciones en las que se ha utilizado. Si el vehículo ha circulado principalmente por zonas montañosas, su embrague, frenos y motor estarán significativamente desgastados.
3. Historial e importaciones
Con la popularidad de los servicios de comprobación del historial del vehículo, incluidos los brindados por la DGT, los compradores y vendedores de coches pueden verificar fácilmente el historial de cualquier automóvil.
En ocasiones, tras analizar los registros históricos de su vehículo, algunos propietarios se sorprenden al enterarse de que su coche fue importado del extranjero, sufrió daños significativos o tiene el kilometraje alterado.
Y es que aunque las importaciones de automóviles amplían las opciones de los compradores a la hora de buscar un coche usado, los vehículos importados del extranjero no siempre están en buen estado. Los coches importados tienen tres veces más probabilidades de tener el cuentakilómetros manipulado, por lo que comprobar el historial del automóvil se vuelve esencial para garantizar sus cifras.
4. Más averías
Las averías frecuentes también pueden indicar lecturas alteradas del cuentakilómetros. Si el vendedor afirma que el coche ha recorrido 100.000 kilómetros, pero el kilometraje real es el doble, algunos componentes estarán significativamente desgastados. Comprar un coche así puede provocar un gasto importante en reparaciones y dificultades para planificar su mantenimiento.
5. Interior muy desgastado
Mientras más se haya utilizado el vehículo, es más probable que su interior esté desgastado. Como antes se mencionaba un volante, una palanca de cambios y unos pedales desgastados suelen indicar que el coche ha recorrido muchos miles de kilómetros. El mal estado de los asientos también puede sugerir que el vehículo se ha utilizado de forma intensiva.
No obstante, hay casos en los que los vendedores sustituyen las piezas desgastadas del interior para que el coche parezca más atractivo. Esto puede inducir al error a los compradores potenciales y empujarlos a comprar un coche de este tipo sin comprobar su estado real en un taller o en un concesionario de la marca.
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