Un coche, como casi cualquier otro producto, tiene elementos tanto perecederos como no perecederos. Entre los primeros están, por ejemplo, los neumáticos o las pastillas de freno, que se desgastan con el uso y hay que cambiarlos de manera periódica. Sin embargo, hay otros que están diseñados para aguantar durante toda la vida útil del automóvil. ¿A qué grupo pertenecen los cinturones de seguridad?
Al segundo. Este dispositivo no tiene fecha de caducidad, así que no hay que preocuparse de cambiarlo.
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Sí que cuenta con una etiqueta que contiene información sobre cuando fue fabricado, algo que puede no parecer relevante a simple vista, pero que sí tiene importancia, especialmente en el caso de comprar un coche de segunda mano.
La etiqueta se encuentra en la parte inferior del cinturón y contiene diferentes datos entre los que está (aunque no siempre es así), la fecha en la que se fabricó. Si aparece, es tan sencillo como comprobar si es cercana a la fecha en la que se matriculó por primera vez para comprobar que es el cinturón original.
¿Por qué es importante? Porque en el caso de que no coincida, existe la posibilidad de que ese coche haya sufrido un accidente.
Siempre que se produce uno, la normativa obliga a tener que cambiarlo, algo que además es lógico porque, al retener el cuerpo del conductor, se producen extensiones o desgarros que hacen que pierda parte de sus propiedades.
Es por eso que, en el caso de ir a comprar un coche de segunda mano, en muchas ocasiones el vendedor no va a ser honesto respecto al historial de percances del vehículo, así que comprobando este detalle del cinturón de seguridad se puede saber si ha tenido un accidente o no.
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