El Renault 4L es uno de esos clásicos que en su día inundó las carreteras de España y la marca ha querido devolverlo a la vida aprovechando el empuje de los coches eléctricos. El Renault e-Plein Air une el pasado y el presente.
No se trata del cuatro latas característico, si no que su desarrollo ha partido de la base del Plein Air. Esta era la variante descapotable del modelo, que solo estuvo en producción entre los años 1968 y 1970 y de la que se estima que llegaron a fabricarse medio centenar de unidades, aunque no existen datos concretos.
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La falta de techo es uno de sus aspectos más llamativos, pero la marca francesa ha introducido otros cambios reseñables en su imagen. Así, destacan la parrilla delantera blanca o la tapicería de color azul, que cubre solo dos asientos. Las plazas traseras se han eliminado, creando hueco para ubicar parte del sistema de propulsión eléctrico que mueve al descapotable.
Renault ha sido escueta en detalles al respecto y solo se sabe que se trata del mismo que utiliza el Twizy, disponible en dos versiones. Dado el tamaño del coche, lo lógico es pensar que utilice la más potente, que combina un motor de 17 CV y 57 Nm de par con una batería de 6,1 kWh, que permite recorrer unos 100 kilómetros por carga.
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