Los poseedores del carné A2 llevan unos cuantos años de enhorabuena, ya que de un tiempo hacia aquí el número de modelos creados para adaptarse a las restricciones de su licencia se ha multiplicado de manera considerable, abarcando segmentos que hace no mucho se consideraban impensables para una moto de baja cilindrada.
Las marcas se han ido sumando a la tendencia, creando versiones en miniatura de sus modelos más exitosos. BMW no es ajena a ello: ya sorprendió con el prototipo Stunt G 310, que poco después acabó convertido en la G 310 R, y ahora, utilizando la misma base, ha presentado en el EICMA la G 310 GS.
Con su hermana comparte el motor monocilíndrico de 313 cc de 34 CV y 28 Nm de par, pero como su nombre indica y su estética confirma, adapta el éxito de las trail grandes de la familia al formato compacto. La idea es que el modelo sea solvente tanto dentro como fuera de la carretera, y que lo pueda disfrutar cualquier persona.
Para ello ofrece un peso de solo 169,5 kilos y una postura de conducción bastante cómoda gracias a la combinación de su manillar y del asiento situado a 835 mm del suelo. Calza una llanta de 19 pulgadas delante y de 17 detrás, y la horquilla delantera invertida tiene 41 mm de diámetro y 180 de recorrido. Tiene ABS de serie, el disco de freno es de 300 mm y está mordido por una pinza de cuatro pistones. El trasero es de 240 mm con una pinza de dos.
Se desconoce su precio, pero parece claro que será superior al de la naked, así que se situará ligeramente por encima de los 5.000 euros.
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