Kymco se mantiene como uno de los principales protagonistas del mercado español de la moto. De enero a agosto, ha matriculado 12.525 unidades, ocupando la tercera posición de ventas sólo por detrás de Honda (25.402) y Yamaha (17.600). Unos resultados que se basan en un producto de calidad a buen precio junto con una acertada estrategia comercial de su filial española, que no ha pasado desapercibida para la central de la marca taiwanesa.
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Tanto es así que el congreso internacional de Kymco se ha celebrado por primera vez en España, con asistencia la directiva de la compañía, encabezada por su presidente Allen Ko, y todos los representantes de sus delegaciones europeas. Más allá de lo simbólico de esta localización, lo significativo es que la marca ha tomado como referencia la gestión española como un posible modelo de futuro para el resto de los países.
El modelo de negocio implementado por Ernesto Ko, presidente de Kymco España, y su equipo se basa en la aproximación al cliente en un contexto de transformación total de la movilidad urbana. Para ello han apostado por la creación de tiendas propias en las ciudades con mayor actividad, como es el caso de Madrid, Barcelona y Valencia. Situados en las zonas más concurridas de las mismas, estos concesionarios estratégicos permiten a la marca “ser más eficientes, tener un conocimiento final del cliente y aportar valor a ambas partes”, según las palabras de Ko.
Esta aproximación a los usuarios, a sus exigencias y necesidades se traduce en una información muy precisa que a continuación se comparte con la red comercial de Kymco y sus más de 1.000 puntos de venta oficiales, con el objetivo de aprovechar la experiencia y unificar la calidad de sus servicios tanto de venta como de postventa.
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