Muchos lo tomaron como un auténtico sacrilegio; otros, como un desenlace inevitable. Lo cierto es que la evolución del proyecto LiveWire presentado en 2014 será el próximo año una realidad cuando Harley-Davidson ponga en el mercado su primera motocicleta eléctrica. Así lo ha confirmado Matthew Levatich, su presidente, después de que los resultados de la compañía en 2017 no cumplieran las expectativas: “Ya nos han escuchado hablar sobre el proyecto LiveWire, la moto eléctrica de Harley-Davidson. Tenemos la opinión al respecto de más de 12.000 motoristas en todo el mundo y se trata de un proyecto activo para nosotros, en el que trabajamos para lanzarlo al mercado dentro de 18 meses”.
El propio Levatich ya había anunciado con anterioridad que querían tener un vehículo sin emisiones antes de 2020, pero ahora la marca de Milwaukee parece dispuesta a anticipar este hito persiguiendo su objetivo de captar una nueva generación de clientes. Algunos analistas consideran que los flojos resultados de la compañía en 2017 (con unas ventas de 242.788 unidades en todo el mundo, un 11% menos que el ejercicio anterior lo que se tradujo en un descenso del beneficio del 24%) les han empujado a acelerar sus planes de diversificar la oferta. Harley necesita rejuvenecer su clientela y conseguir captar el interés de otro tipo de usuarios, incluyendo los de vehículos urbanos, por lo que la electrificación de su gama se antoja imprescindible.
La cotización en bolsa de Harley cerró el pasado año con una caída del 2,96% (llegó a alcanzar el 9% en momentos puntuales) y la compañía anunció hace tan sólo unos días el cierre de su fábrica en Kansas City, lo que supondrá el despido de unos 260 trabajadores. Es la consecuencia de una tendencia negativa que pronostican se mantendrá en el corto plazo, con una disminución de sus unidades vendidas del 5% para este año. Es por ello que para Harley-Davidson ha pasado a ser prioritaria la renovación de la gama, con motos más ligeras, accesibles e incluso renunciando a una seña de identidad tan como sus motores bicilíndricos en V y su sonido inigualable.
Según se desprende de las palabras de su presidente, la revolucionara moto eléctrica que lanzará Harley a lo largo de 2019 se basará en el proyecto LiveWire, aunque se desconoce si con variaciones significativas sobre el diseño o la mecánica eléctrica que montaba la moto original que se presentó cuatro años atrás. Se trataba de una máquina ágil, de diseño deportivo y con un motor trifásico por inducción que entregaba una potencia no oficial de 74 CV, que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos, con una velocidad máxima limitada a los 150 km/h. La autonomía de las baterías se antojaba como el punto más débil de este prototipo, ya que no era capaz de superar los 100 kilómetros.
Lo que resulta indiscutible es que la apuesta por la movilidad sostenible, de cero emisiones, ocupa ya un lugar destacado en la hoja de ruta que Harley-Davidson se ha marcado para garantizar su supervivencia en un entorno tan cambiante como en actual y en el que el sector de la moto se revela especialmente sensible. La percepción que los incondicionales de la marca puedan tener de tal estrategia es otra de las incertidumbres que se plantean, aunque su incidencia en la decisión adoptada nunca será determinante desde el momento que la compañía ya se ha planteado con firmeza un cambio de paradigma que removerá sus propios cimientos.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.