Triumph Street Twin 900: imagen retro, tacto de seda

La Triumph Street Twin 900 es una moto completamente nueva que cumple ya la futura normativa Euro 4 (que entrará en vigencia en enero de 2018). Para conseguirlo, la marca ha tenido que reemplazar el motor refrigerado por aire por uno nuevo refrigerado por agua. Y, a pesar de eso, el fabricante ha conseguido esconder los nuevos elementos sin que apenas se noten (radiador, bomba de agua, conductos…), manteniendo así la imagen clásica de la moto, que es uno de sus principales atractivos.

El nuevo propulsor es un bicilíndrico Twin paralelo que cubica 900 cc, incluye ocho válvulas (cuatro por cilindro) y rinde 55 CV a 5.900 revoluciones. Aprovecha la tecnología actual con la mayor eficiencia que aportan soluciones como el acelerador electrónico, los sistemas de gestión del motor y la inyección de combustible.

El sistema de escape, por su parte, es de acero inoxidable, tiene líneas rectas y se ha desarrollado y afinado para proporcionar el inconfundible sonido de las motos británicas de dos cilindros, que es otro de los puntos fuertes de esta Street Twin. Ofrece notas ricas e intensas que se pueden oír y sentir. El resultado es una respuesta mecánica muy suave, pero también alegre, y con consumos y emisiones reducidos.

MÁS URBANA QUE DE CARRETERA
El bastidor, los frenos y las suspensiones también son nuevos y proporcionan una conducción fácil e intuitiva, además de un tacto muy refinado. Y es que al manejarla transmite la suavidad de la seda, porque las vibraciones, típicas también de los propulsores de dos cilindros, llegan como un tenue latido, sin subir nunca de intensidad.

A pesar de su carácter tranquilo y su radio de acción más urbano que extraurbano, la Street Twin 900 ofrece prestaciones muy dignas (se han llegado a alcanzar 190 km/h reales en circuito) y un comportamiento sano, con reacciones neutras y predecibles. Además, la dirección gira mucho y en ciudad y a baja velocidad se mueve con tanta soltura que parece una moto de menor tamaño y cilindrada. Y se conforma con un consumo medio de 4,5 litros cada 100 kilómetros.

Hereda lo bueno de la familia Bonneville y se pone al día en cuanto a emisiones, tecnología y comodidad de marcha, como se espera de un modelo moderno.