La historia de las competiciones de motor tiene una larga tradición, pero siempre hay épocas más destacadas que otras para cada marca. Vespa ha puesto su punto de mira sobre la década de los 60, en la que los pilotos gozaban de una gran libertad de expresión a la hora de personalizar su vehículo, para crear la edición especial Racing Sixties para sus modelos Vespa Sprint y Vespa GTS Súper.
Un escúter muy especial disponible con dos opciones cromáticas. La primera más deportiva, en la que el blanco es el tono principal y está cruzado por vinilos rojos en frontal y laterales; la segunda tiene un corte más clásico, en la que el verde oscuro hace de base y es el amarillo el que actúa como color de contraste.
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Tanto una como otra comparten elementos, como son las llantas de color dorado (en lugar del acabado cromado habitual), el asiento tapizado en cuero recubierto de PVC para protegerlo, una placa identificativa específica y una serie de detalles acabados en negro mate: asas del pasajero, reposapiés, tapa del silenciador, espejos retrovisores, base del cuadro de instrumentos y moldura del escudo.
La marca ha optado por aquella época para inspirarse porque entonces “los pilotos fueron impulsados por un gran espíritu de independencia y autonomía, eligiendo con determinación su equipo, las carreras en las que competir, e incluso la estética de su vehículo, particularmente en términos de colores, gráficas y materiales, que tenían un papel fundamental en esos años”.
La Racing Sixties está disponible tanto para las Sprint 50 y 125 como para las GTS Súper 125 y 300.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.