El Q2 tiene toda la fuerza estética de Audi y lo transmite en el carácter del frontal, con una parrilla y faros contundentes, y en las formas sólidas y musculosas de la zaga y el resto de la carrocería. El resultado es una imagen y presencia superiores. El C-HR destaca por su personalidad, con un diseño que parece fusionar el estilo futurista de Blade Runner y la estética de los cómics manga para reinterpretar la deportividad. El T-Roc y el HR-V son más convencionales. El Volkswagen tiene una carrocería ancha con la cintura de chapa alta y las aletas muy resaltadas que transmiten solidez y aplomo con un aire elegante y deportivo. El frontal del Honda integra una parrilla moderna y vanguardista, y añade un lateral ascendente de rasgos musculosos y un portón con mucha chapa y poco cristal que transmiten solidez.
El Audi tiene también el diseño interior más atractivo y busca la elegancia en la sencillez. Reduce al mínimo los mandos para concentrarlos en la pantalla táctil, y ofrece el ambiente más refinado. Los demás están igualados: el diseño del Volkswagen prima la funcionalidad con un toque más colorista de lo habitual en la marca; el Toyota es el más barroco en las formas y destaca por su llamativa pantalla de gráficos coloristas. Y el Honda busca la diferencia en los detalles para ofrecer elegancia y sentido práctico.
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