Los últimos avances de los automóviles se han estrenado siempre en los modelos más caros y exclusivos, para después ir llegando los demás. Pero el proceso de digitalización, la electrificación y la conducción autónoma van a revolucionar todo, incluida esa norma no escrita. Y el nuevo Focus es un buen ejemplo, porque democratiza tecnologías innovadoras, como el piloto automático para atascos, a precios al alcance de todos los públicos. El superventas de Ford (16 millones fabricados desde 1998) está ya a la venta desde 19.725 euros (16.125 con descuentos) y reúne argumentos diferenciadores que le colocan en la élite de su tamaño.
El primero es un diseño moderno y atractivo que se aprecia mejor al natural. Así, aunque crece solo dos centímetros en longitud (4,37 metros), es más bajo y ancho, y tiene una imagen más contundente. Destaca el carácter del frontal, con la parrilla inspirada en Aston Martin, la línea lateral ascendente y la anchura de la zaga, que transmiten solidez. Pero lo mejor es que se ha afinado la aerodinámica (CX: 0.27) y pesa casi 90 kilos menos, dos detalles que reducen un 10% el consumo. El Focus estrena un chasis o plataforma con las ruedas más pegadas a las esquinas, que amplía el espacio interior.
Y se aprecia sobre todo atrás, porque es más ancho y ofrece cinco centímetros más de espacio para las piernas atrás que le sitúan entre los compactos más desahogados. El maletero tiene 375 litros (cinco puertas) y 608 en el Wagon (ranchera). Y todo el interior es nuevo, con una instrumentación más vistosa y una consola central flotante que agrupa muchos mandos y permite reducir un 50% los botones. Pero sobre todo, presenta un ambiente interior más moderno, atractivo y elaborado.
Otro aspecto donde sobresale es la calidad de conducción y el refinamiento de marcha, que le posicionan a la altura de sus rivales de las marcas premium. Así, estrena una dirección muy precisa, una suspensión que filtra muy bien transmitiendo solidez y una insonorización sobresaliente que elimina rumores mecánicos y de rodadura. El resultado es un comportamiento eficaz y una conducción que sorprende por su tacto suave, preciso y silencioso, y se disfruta al volante.
La gama incluye tres carrocerías: cinco puertas, Wagon o familiar (septiembre) y Active (a partir de enero), de estética SUV y suspensión 30 milímetros más alta. Hay cuatro motores de gasolina: 1.0 Ecoboost (turbo) con 100 y 125 CV (desde 19.575 y 21.600), y 1.5 de 150 y 182 CV (26.575 y 28.100). Y otros tres turbodiésel: 1.5 de 95 y 120 CV (21.010 y 23.100) y 2.0 de 150 CV (26.975). Se ofrecen con cambio manual de seis marchas y un automático de ocho y respuesta impecable. Más tarde llegarán versiones híbridas y eléctricas.
Guiado automático por 400 euros
Se llama Co-Pilot 360 y es un paquete de seguridad que aporta al Focus funciones de conducción autónoma Nivel 2, el máximo con la legislación actual: el coche conduce en zonas determinadas, pero siempre bajo supervisión del conductor, que no puede separar las manos del volante más de 15 segundos. En realidad, funciona como un piloto automático para atascos y consta de un control de velocidad ACC con radar, que acelera y frena para mantener la distancia con el coche de delante y vuelve a arrancar incluso si este lo hace tras detenerse. Va coordinado con la función de mantenimiento de carril, que lee las líneas del piso, y un lector de señales que adapta la velocidad. Cuesta 400 euros y se ofrece solo con el cambio automático.
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