Rolls-Royce celebra el centenario del Phantom con la presentación de este exclusivo modelo limitado a tan solo 25 unidades, se presentan como la colección más compleja y tecnológicamente ambiciosa de la historia de la marca.
Diseñada para celebrar el “artículo de lujo más venerado del mundo”, esta edición especial es el “resultado de más de 40.000 horas de trabajo, que culminan en un automóvil que reafirma el estatus del Phantom como símbolo de ambición, posibilidad artística y profundidad histórica”.
Esto no es un eufemismo, ya que el modelo ha estado en desarrollo durante más de tres años y cuenta la historia de un ícono del automóvil.
Más información
¿Qué lo hace especial?
Comenzando por el exterior, la Phantom Centenary Private Collection tiene un exterior de dos tonos que está diseñado para recordar la época dorada de Hollywood.
Cuenta con un trabajo de pintura blanco ártico y negro con un curioso brillo metálico, gracias a partículas iridiscentes de vidrio triturado que se han infundido en la capa transparente.
Si bien la pintura llama la atención, el ‘Espíritu del éxtasis‘ es de oro macizo de 18 quilates y digno de admirar. Por si fuera poco, el adorno del capó está chapado en oro de 24 quilates para un acabado impecable y resistente al deterioro.
La temática dorada continúa en otras partes, con cuatro insignias de Rolls-Royce en oro de 24 quilates y esmalte blanco. Se unen a ellas unas exclusivas llantas de disco, con 25 líneas grabadas que marcan los 25 coches.
Un interior visionario
El habitáculo, sobre todo la parte trasera, parece sacada de un cómic, ya que los asientos de esta zona se han transformado en un lienzo que cuenta la historia del Phantom en tres capas separadas.
La primera capa es el fondo, impresa en alta resolución, que muestra lugares y objetos de la historia del Phantom, desde las instalaciones originales de la marca en Conduit Street, Londres, hasta los óleos del sur de Francia de Henry Royce. La segunda capa, también impresa en alta resolución, representa grandes Phantom del pasado con gran detalle. La tercera capa, la superior, está formada por bordados que representan de forma abstracta a siete propietarios importantes de cada generación del Phantom.
Su creación llevó más de un año y esta obra de arte contiene más de 160.000 puntadas. Cabe destacar también que los asientos traseros son de tela, un guiño a la época, cuando solo los asientos delanteros estaban tapizados de cuero, ya que estaban diseñados para chóferes.
Lujo artesanal inimaginable
Hablando de los asientos delanteros, tienen ilustraciones grabadas con láser. Estas parecen bocetos e incluyen referencias al nombre en clave ‘Seagull’ del Phantom I de 1923.
El modelo también luce la carpintería más intrincada jamás creada para un Rolls-Royce, con paneles de madera negra teñida en las puertas, que parecen más grabados que madera.
Cada panel tiene un diseño único que incorpora grabado láser, capas de tinta 3D, marquetería 3D multidireccional y pan de oro para crear dimensión y textura. Además, cuenta con una ‘carretera’ de oro de 24 quilates que le aporta un gran interés visual.
Estos están acompañados de paneles de cuero bordados, así como mesas de picnic traseras especiales, que tienen grabados del Phantom I de 1925 y del Phantom VIII.
Otros aspectos destacados incluyen un acabado en negro piano con polvo de oro, un dial giratorio chapado en oro de 24 quilates y un motor V12 de 6,75 litros con una cubierta de diseño especial.
Por último, pero no menos importante, hay un forro de techo Starlight animado y bordado. Captura momentos de la historia de Phantom en 440.000 puntadas.
El coche resultante es digno de admirar, ya que se asemeja más a un museo de arte móvil que a un vehículo tradicional. Sin embargo, es una excelente muestra de la artesanía y la atención al detalle de Rolls-Royce. El precio no se ha revelado.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.