Ver coches mal aparcados no es una imagen poco frecuente. En vados, en plazas reservadas para personas con movilidad reducida, en aparcamientos de centros comerciales, parados en doble fila o incluso subidos encima de la acera, mil y una son las posibilidades para dejar un coche mal estacionado.
Las multas muchas veces dependen de las normas municipales, aunque algunas infracciones de aparcamiento están reguladas a nivel estatal. Por ejemplo, dejar un coche en un vado está sancionado con 200 euros de multa e, incluso, el automóvil puede acabar en el depósito municipal.
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La frustración que genera ver un coche mal aparcado ahora se puede canalizar a través de una aplicación. La pena es que no está operativa en España, ya que se trata de una app sueca: Scoutpark.
Su funcionamiento es muy sencillo. La aplicación permite denunciar a los coches mal aparcados a través de su sistema cooperativo: basta con subir una foto del vehículo estacionado incorrectamente y la propia Scoutpark le notificará la infracción a la autoridad correspondiente.
Cuál es la recompensa por usar Scoutpark
Eso sí, el usuario recibirá la recompensa económica solo si se cumple una condición. La notificación sobre un coche mal aparcado a través de esta aplicación tiene que concluir en, efectivamente, una multa de tráfico. Si es así, entonces el denunciate recibirá 100 coronas suecas (el equivalente a nueve euros) a través de Swish, una aplicación de pagos online.
Al final, este control se realiza para limitar también a los denunciantes y evitar que la aplicación se llene de quejas por coches que se consideran mal aparcados pero que, en realidad, no incumplen ninguna norma de tráfico.
Los ámbitos de aplicación de Scoutpark son muy diversos, ya que se puede poner en marcha tanto en espacios y aparcamientos privados como en municipios o, incluso, utilizarse en la gestión de propiedades privadas o comunidades.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.