Los coches voladores están cada vez más cerca de hacerse realidad: el prototipo AirCar del fabricante Klein Vision acaba de llevar a cabo el primer vuelo entre dos ciudades. La hazaña ha tenido lugar en Eslovaquia, en un trayecto de 35 minutos desde el aeropuerto de Nitra hasta el de Bratislava. El vuelo se realizó sin contratiempos y supuso el aterrizaje número 142 del modelo. Una vez tocó tierra, volvió a convertirse en coche (replegando las alas y retrayendo el alerón) en solo tres minutos.
Mientras que la mayoría de la industria ha remodelado el concepto para orientarse a un formato similar a los drones, el AirCar es una combinación de coche y avión según la interpretación más clásica. En sus más de 40 horas de vuelo, el prototipo ha conseguido alcanzar velocidades máximas de 190 km/h, hacer giros de hasta 45 grados y alcanzar altitudes de 2.500 metros. Cuenta con un motor BMW de 160 CV de potencia.
Klein Vision está trabajando también en el Prototype 2, una versión evolucionada que dispondrá de la certificación M1 para carretera (la misma que tienen los turismos) y la EASA CS-23 aérea, que lo equipara a aviones o avionetas de hasta nueve asientos y 5.670 kilos. Tendrá una potencia de 300 CV, una velocidad de crucero de 300 km/h y una autonomía de 1.000 kilómetros.
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.