La competencia entre Tesla y BYD, dos de las marcas que más pasiones levantan entre los usuarios, ha trascendido los límites de los vehículos eléctricos. Ahora, su rivalidad se centra en el desarrollo de robots humanoides impulsados por inteligencia artificial. Tesla marcó la pauta con su robot Optimus, pero BYD, junto a otros fabricantes chinos, está avanzando rápidamente en esta tecnología emergente.
El desarrollo tecnológico ha transformado a las marcas automotrices en empresas multifacéticas. Desde sistemas de conducción autónoma hasta la integración de inteligencia artificial, estas innovaciones son cruciales para los vehículos sin conductor. Tesla lideró inicialmente en este campo, pero el auge de empresas chinas como BYD está desafiando su hegemonía, gracias a una expansión internacional agresiva.
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BYD entra en juego
BYD, conocida por su liderazgo en vehículos eléctricos e híbridos enchufables, ha dado un paso firme hacia la IA. La marca transformó su unidad FinDreams Technology, enfocándola en el desarrollo de robots humanoides y cuadrúpedos mecánicos. Esta reestructuración interna busca integrar robots en procesos industriales y vehículos autónomos, fortaleciendo su posición en el mercado.
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El reclutamiento de talentos es clave para el éxito de BYD en este ámbito. La colaboración con UBTech Robotics permite a BYD experimentar con robots humanoides en sus plantas de ensamblaje. Esto incluye tareas como inspecciones de calidad y actividades de logística, integrando robots con las operaciones fabriles y vehículos no tripulados.
Robots para las fábricas
Tesla, por su parte, ha mostrado avances con Optimus, un robot utilizado en sus fábricas y presentado como parte de su estrategia futurista. Compañías como BMW también incursionan en la automatización robótica a través de colaboraciones tecnológicas. La competencia impulsa así un rápido avance en el sector.
Mientras tanto, NIO y otras marcas chinas también adoptan robots para tareas específicas, demostrando el potencial de esta tecnología en diferentes aplicaciones. La carrera por dominar el mercado de robots humanoides refleja una nueva dimensión de la rivalidad entre fabricantes automotrices, marcando un hito en la evolución tecnológica del sector.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.