Un inspector de la Secretaría de Movilidad del Estado mexicano de Tabasco ha protagonizado una peligrosa escena al subirse al capó de un coche, tras lo cual empezó a grabar al conductor.
Según la versión oficial, el automovilista se negó a pasar una revisión de su vehículo. Supuestamente, estaba ofreciendo servicio de transporte público en su coche particular. Esta práctica es ilegal en México y el conductor puede ser condenado a entre dos y seis años de prisión.