Aparecen decenas de coches con testículos en Niza: no es una broma y tiene un importante significado detrás

Madrid |

La iniciativa de un artista francés contra la masculinidad tóxica ha consistido en colocar réplicas de testículos en decenas de coches.

testículos coche

Foto: Instagram

Las redes sociales se utilizan para denunciar, cada vez más, las conductas agresivas al volante o, simplemente, las infracciones que alteran la paz del tráfico. Algunos conductores no es que no respeten las normas, es que son poco empáticos con el resto de usuarios de las vías.

Hay maneras más y menos originales de denunciar este tipo de actitudes. Desde poner un mensaje con fotografía en una red social hasta colocar notas en los parabrisas de los conductores incívicos.

Ninguna de ellas se acerca al formato que ha escogido este ciudadano para denunciar las conductas inapropiadas, agresivas o contra las normas viales en Francia. El artista TooLate ha llevado acabo por las calles de Niza una ‘performance artística’ que, cuanto menos, se puede clasificar de llamativa.

Básicamente, TooLate ha colocado lo que ha denominado autoballs en diferentes vehículos. El punto en común de todos ellos es que son SUV, una carrocería que Francia ha puesto en el punto de mira desde hace meses.

¿Qué son estas autoballs? Pues son la réplica de unos testículos, realizados en un material como arcilla o masilla para modelar. El resultado obtenido es bastante realista y hace referencia a lo que el artista considera masculinidad tóxica al volante.

TooLate contra la masculinidad tóxica

El artista ha explicado a los medios franceses que su iniciativa quiere “denunciar los comportamientos viriles y la masculinidad desenfrenada al volante, ya que están identificados como una de las principales causas de accidentes mortales en las carreteras francesas”.

La iniciativa de TooLate y su idea de poner estos testículos en el paragolpes trasero de los conductores agresivos coincide con el homenaje que el Consejo de París ha dedicado a Paul Varry, un ciclista de 27 años que falleció en octubre por culpa de un conductor con el que había tenido un desencuentro por motivos de circulación.

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Andrea Gil

Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.

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