Con un termo de café y mantas: el curioso trabajo de esta mujer que evita que los jóvenes conduzcan después de haber bebido

El alcohol y la conducción no pueden ir de la mano. Las consecuencias de ponerse detrás del volante tras haber bebido pueden ser mortales, además de llegar a constituir un delito contra la seguridad vial penado con prisión en ciertos casos.

Las soluciones para coger el coche después de haber consumido alcohol son varias: taxi, VTC, designar un conductor para la noche que no beba… O contratar los servicios de Beatrice Ramella, una mujer italiana que a bordo de su furgoneta ofrece un servicio de transfer bajo demanda.

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Tal y como cuenta a Il Mattino, Beatrice se dedica a prestar servicio en una cierta área del norte de Italia que, apartada de la gran ciudad, tiene pocas opciones de ocio nocturno. Sobre todo los más jóvenes se ven obligados a coger sus propios coches si quieren salir por la noche, un factor que aumenta el riesgo de que acaben conduciendo bajo los efectos del alcohol.

Desde hace 14 años, Beatrice se ofrece como conductora nocturna. Los jóvenes contratan su servicio de transfer y ella se encarga de llevarlos hasta la discoteca, pero también de esperarlos a la salida para devolverlos a sus respectivas casas, sanos y salvos.

Beatrice no opera única y exclusivamente en una sola localidad. Se mueve por diferentes ciudades de entre Lombardia y Piamonte (Milán, Turín, Alessandria, Gattinara…), según el servicio contratado. Recorrer los más de 200 kilómetros que separan algunas de estas ciudades cuesta en torno a los 400 euros en total, un precio a dividir entre los ocupantes de la furgoneta, que tiene hasta ocho plazas.

Un transfer ‘post-discoteca’

Eso sí, la demanda del horario queda preestablecida antes de contratar este servicio. Beatrice explica que sale del punto de recogida a las 23.00 y la vuelta nunca es antes de las cinco de la madrugada.

El vídeo del día

Para el regreso, esta conductora espera a los jóvenes con mantas, termos de café y agua e incluso bolsas de plástico (por si alguno de ellos no se encuentra bien después haber bebido alcohol durante la noche de fiesta).

Se habla de jóvenes porque son los que más usan este tipo de servicio. Beatrice confirma que el 70% de la personas que reservan su furgoneta tienen entre 18 y 22 años y el 20%, entre 22 y 30. Los adultos a partir de los 30 años solo representan el 10% de su trabajo.