Las noticias sobre incendios en vehículos eléctricos en los últimos años están copando buena parte de los titulares en todo el mundo. Si bien es cierto que los coches eléctricos no se incendian con mayor frecuencia que los de combustión interna, la naturaleza del fuego que se genera en sus baterías de iones de litio presenta desafíos únicos para los equipos de emergencia.
Cuando una batería de este tipo se incendia, se produce una reacción química exotérmica que puede ser difícil de controlar. Esta reacción genera altas temperaturas y libera gases tóxicos, lo que complica significativamente las labores de extinción. Los bomberos están especialmente capacitados para lidiar con incendios de vehículos, pero los incendios en coches eléctricos requieren un enfoque diferente.
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El agua, que es el extintor más común, suele ser ineficaz en este tipo de incendios, ya que puede provocar un cortocircuito en las baterías y empeorar la situación. Además, las baterías pueden volver a encenderse incluso después de que, aparentemente, el fuego se hubiera extinguido. Estos incluyen el uso de extintores especiales, sistemas de enfriamiento, técnicas de sofocación y muchos, muchos litros de líquidos.
Mercedes-Benz eléctrico
La noticia que ha saltado en las últimas horas ha sido la explosión provocada por un Mercedes-Benz EQA de 60.000 euros en casa de Scott y Georgina Bayliss, una pareja con dos hijos que viven en Spratton, Northants (Reino Unido). El padre de familia afirmó a los medios locales: “Estábamos viendo la televisión y de repente se escuchó un estallido. Mi hijo pensó que alguien estaba lanzando fuegos artificiales, pero luego se escuchó una explosión muy fuerte, como la de una bomba. Había llamas por todas partes”.
“El ritmo y la ferocidad con la que el fuego envolvió todo el coche y prácticamente todo el frente de nuestra casa, fue aterrador. Más allá de lo imaginable”. Entretanto, su familia consiguió salir de la vivienda mientras Scott trataba de apagar el fuego con una manguera y agua. El vehículo, que tiene algo más de 75.000 kilómetros, estaba cargándose en ese momento. La teoría de los bomberos es que la batería del coche se sobrecalentó incontrolablemente y fue incapaz de enfriarse.
Muchísimos más litros
Para apagar el incendio químico de las baterías de un coche eléctrico, se necesitan muchísimos litros de diferentes líquidos extintores (mezclados con agua). Por ejemplo, hace algo más de un año, un Tesla Model 3 tuvo que ser apagado en Sacramento (Estados Unidos) empleando 23.000 litros de líquidos extintores. Según el propio departamento de Bomberos, para apagar las llamas de un coche eléctrico, se deben usar por lo general unos de 10.000 litros de agua.
Aunque la cifra que más llama la atención, es la que compara los vehículos de combustión interna con los eléctricos. Para sofocar el fuego de los primeros, incluso con gasolina o gasoil de por medio, se necesitan solamente unos 2.700 litros de agua, casi una décima parte menos que los 23.000 que fueron necesarios para apagar el Model 3.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.