Es algo que no se cuenta, que parece que no existe, pero pasa. La gente suspende la ITV a la primera. Uno de cada cinco españoles, según los datos de 2014. Casi nadie habla de ello, pero eso es muchísima gente.
¿Por qué tantos conductores fallan en un examen que simplemente debería certificar que el coche está en buen estado? ¿Son tan difíciles los criterios que impone la DGT? Todo depende del celo con que cada centro se tome su trabajo, pero unas pequeñas medidas deberían servirnos para pasar con nota este examen. Toma nota: es obligatorio a partir de los cuatro años de edad del vehículo.
En realidad, solo se trata de mantener el coche en condiciones seguras para circular. ¿Y qué podemos hacer para lograrlo? La respuesta es fácil, llevarlo todo bien revisado y, sobre todo, preparar las asignaturas duras de la ITV: luces, frenos y ruedas. El mayor número de fallos se concentran en estos elementos y en la suspensión. Y, salvo este último caso, su estado es fácil de comprobar en casa.
1. ¿QUÉ ES LO QUE EXAMINAN EN UNA ITV?
Según el reglamento vigente, se revisan hasta diez apartados de cada automóvil: alumbrado, frenos, dirección, neumáticos y suspensión, emisiones contaminantes, motor y transmisión, datos identificativos del vehículo, exterior (retrovisores, lunas, matrícula), interior (puertas, ventanillas, cinturones) y, por último, el ambiguo apartado de “otros”.
2. LUCES
Conviene revisar que alumbran todas, por separado y en conjunto. Muchas de ellas funcionan correctamente, pero fallan cuando se encienden a la vez.
Lo ideal es probarlas con el motor apagado –para revisar varias funcionando en conjunto- y con ayuda de otra persona. De hacerlo solos, una opción es aparcar cerca de una pared y observar el reflejo de las luces en ella.
3. NEUMÁTICOS
La profundidad del dibujo debe ser superior a 1,6 milímetros en todas las ruedas, lo cual se averigua fácilmente. Los fabricantes ponen testigos en la goma, y nosotros deberemos comprobar que el desgaste no llegue a ellos. Para esta tarea también podemos usar una moneda de un euro. Además, conviene comprobar que la presión es la apropiada.
4. FRENOS
Más vale no esperar a la ITV. Si notamos el pedal de freno muy duro, o muy blando, o cualquier mínimo síntoma de frenada desigual o defectuosa, debemos correr al taller, ya que es mucho lo que está en juego.
Igualmente, si hemos cambiado las pastillas recientemente, conviene circular y frenar un par de días antes de la revisión, ya que algunas tardan en acoplarse del todo hasta que se utilizan un poco.
5. OTROS ELEMENTOS
Revisadas las asignaturas fundamentales, no está de más echar un vistazo a otros elementos que pueden restar puntos: matrícula, limpiaparabrisas (incluido el depósito de agua y jabón), claxon, sistema antivaho, cinturones, puertas y cristales. Comprueba que todo está a punto.
Y, por supuesto, asegúrate de que llevas la documentación necesaria: permiso de circulación original, tarjeta de inspección técnica y recibo vigente del seguro obligatorio. No te olvides del DNI, aunque no en todas las provincias lo piden.
6. LIMPIEZA
Un último consejo: llevar el coche limpio predispone a los examinadores a pensar que somos personas que se ocupan de su vehículo con mimo. No garantiza nada, pero ayudar siempre ayuda.
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