Llevaba tiempo rumoreándose, pero en el Salón del Automóvil de París se ha convertido realidad: el Audi RS3 sedán ya está aquí y comenzará a venderse en verano de 2017. Sin embargo, en principio no llegará a Europa, sino a los mercados de Estados Unidos y China.
Desde un primer vistazo queda claro que se trata de un ‘RS’ gracias a la parrilla, los retrovisores y los marcos de las ventanillas en negro, los paragolpes específicos y las llantas de 19 pulgadas con diseño de cinco radios. El habitáculo no se queda atrás, con detalles de color en las salidas de ventilación, volante achatado de cuero y Alcantara, y asientos deportivos de cuero con un patrón de costura distintivo.
A pesar de ello, no es el aspecto en el que más destaca el Audi RS3 sedán. Esa etiqueta pertenece al apartado mecánico. Monta una evolución del motor 2.5 TFSI de cinco cilindros del RS3 Sportback, pero 26 kilos más ligero. Además, está potenciado hasta los 400 CV y los 480 Nm de par, que están disponibles desde las 1.700 rpm.
El bloque se combina con una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones, y manda la fuerza a las cuatro ruedas (con la opción de repartir el par y frenar las interiores para facilitar los giros). Así, acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h, aunque de manera opcional se puede desbloquear hasta los 280.
Además, llega con un gran número de ventajas dinámicas: un mayor ancho en ambas vías, frenos delanteros de 370 mm mordidos por pinzas de ocho pistones (opcionalmente carbocerámicos) y el Drive Select Dynamic, que varía parámetros de dirección, suspensión, transmisión y acelerador en función del modo de conducción elegido (Auto, Confort, Dynamic e Individual).
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram