Las estrellas con ruedas del CES de Las Vegas

De la conducción automática a los copilotos robot: las marcas han enseñado tecnologías que agasajan al conductor y los pasajeros.

CES de Las Vegas
El BMW i-Inside Future, en el CES de Las Vegas.

Mismos mensajes y soluciones tecnológicas con diferentes puestas en escena y envoltorios. La llegada acelerada del coche autónomo y los nuevos asistentes personales que nos permitirán resolver cualquier tarea desde el coche, de momento mientras conducimos, y después simplemente cuando nos desplacemos a bordo del coche robotizado, han protagonizado la gran muestra mundial de la tecnología: el CES de Las Vegas.

La conducción autónoma está presente en todos los prototipos que han mostrado las marcas de automóviles en un salón que reúne cada año más de 300.000 asistentes. Y sus componentes (cámaras, radares, sensores, etc.) han sido la oferta de cerca de 500 compañías proveedoras que aspiran a quedarse con algún trozo de la tarta.

Y es que unos y otros están lanzados a una carrera por ser los primeros en ofrecer el automóvil que conduzca solo. Y por supuesto con propulsión eléctrica. Además, el complemento de moda este año es el asistente personal, el equivalente al Siri de Apple, pero aplicado al automóvil, que ejecutará al instante casi todos los deseos con órdenes orales.

Recibe diferentes nombres según cada cual, Cortana en Nissan (por su alianza con Microsoft), Yui en Toyota, Hana en Honda, etc. Todos ellos aplicarán la inteligencia artificial (IA) para aprender de nuestros gustos y serán capaces de leernos y responder los correos electrónicos, reservar un restaurante, avisarnos de los accidentes y recomendarnos itinerarios alternativos.

Estos asistentes también podrán conectarnos por videoconferencia con nuestra casa o la oficina, e incluso proponernos nuestro programa de conducción favorito según nuestro estado de ánimo y hasta activar un masaje en el asiento o la música que nos relaja al detectar que estamos estresados. Y curiosamente, siempre con unas sensuales, aunque muy poco igualitarias, voces femeninas…

Por lo demás, cada marca presente en el CES ha vestido sus ideas con un formato diferente. Y no siempre los más llamativos, vistosos y comerciales son los más avanzados y mejores. Más bien al contrario. Estos son los prototipos más destacados.

BMW i-Inside Future

Una maqueta artesanal muy rentable
Un edificio propio como stand, comida gratis y un llamativo estudio de diseño casi de cartón piedra para enseñar como se acercarán los interiores del coche autónomo del futuro a los salones de nuestras casas. Es el i-Inside Future Concept, el prototipo de BMW que sin grandes dispendios financieros, se ha convertido, gracias sobre todo a su brillante puesta en escena, en una de las estrellas del CES 2017.

Por fuera explora nuevas formas estéticas y por dentro aplica la tecnología HoloActive Touch, una pantalla holográfica virtual que se proyecta en el salpicadero y permite usar los mandos como en una pantalla táctil, aunque no exista físicamente.

Además, incluye también una pantalla gigante tipo mural que ocupa toda la anchura interior y separa las plazas delanteras y traseras. Y añade todo tipo de gadgets tecnológicos, incluidos los trazos del frontal, marcados con unas tiras de LED que envuelven los sobredimensionados riñones del logo de la marca.

Toyota Concept-i

Con una gheisa virtual a bordo
Lo mismo que el Inside Future de BMW, pero más rematado. Un espectacular monovolumen futurista inspirado en la silueta del Prius + (siete plazas) en el que destacan las puertas laterales, que giran sobre su eje y se abren hacia delante y atrás hasta quedar en posición casi vertical.

Y con un interior igual de espectacular, aunque difícil de explicar, porque renuncia a las habituales pantallas y consolas de mandos para adoptar formas más cálidas y acogedoras.

Pero todo este llamativo envoltorio tiene como único objetivo anunciar la conducción autónoma y en especial la aplicación futura de la inteligencia artificial (IA), que permitirá a su asistente virtual Yui, una especie de gheisa a bordo, aprender los gustos de sus ocupantes para atender sus órdenes gestuales o incluso adelantarse a ellas a través de sus emociones para adivinar los deseos antes de que los soliciten.

Y esto incluye también todas las funciones de la conducción autónoma o manual, con apoyo electrónico, para seguir disfrutando al volante.

Honda NeuV

Trabaja de taxi en el tiempo libre
Discreto por fuera, pero con el tamaño del Smart, dos plazas y unas enormes y llamativas puertas ‘voladoras’ que pivotan hacia arriba y hacia atrás hasta colocarse en posición vertical, perpendiculares al suelo, para poder abrirlas sin problemas cuando se aparca sin espacio en batería.

Pero todo para dar envoltorio a Hana, la asistente personal que nos identifica y utiliza la inteligencia artificial para aprender lo que nos gusta y lo que nos disgusta e interpretar nuestras emociones.

Así, Hana, una secretaria virtual tipo Siri, registra nuestros restaurantes y coffee shops favoritos, analiza nuestros gestos para detectar si estamos cansados o estresados y nos propone soluciones para resolverlo, desde la música más apropiada al estado de ánimo, a un masaje relajante en el asiento, etc.

Y también identifica a los conductores, incluidos los noveles, para elegir el programa de conducción, si quieren llevar el coche, y eliminar cualquier riesgo. Por último, el Neu-v incluye conducción autónoma y puede aprovechar el tiempo que va a estar estacionado en casa o en la oficina para trabajar de taxi y ganar dinero para su propietario.

Nissan Leaf Sam

La discreción no vende
Convencional por fuera, con la línea del Leaf y apenas un frontal diferente con una estrecha parrilla horizontal en el centro que integra con discreción los dispositivos de la conducción autónoma: cámaras, radar, sensores, etc. Tecnológicamente es de lo más avanzado, aunque ha pasado casi desapercibido, tanto por su discreta imagen como por la poco imaginativa puesta en escena de la marca.

Pero aparte de ser plenamente operativo en conducción autónoma (las demostraciones de funcionamiento en la calle se retransmitieron en tiempo real en el CES), estrena la tecnología SAM (Seamless Autonomous Mobility), procedente de la NASA, que es la misma que utiliza la agencia espacial para guiar sus transbordadores y naves por control remoto.

Por medio de un sofisticado interfaz hombre-máquina, cuando el coche se detiene al encontrarse con un problema o situación imprevistos, como un punto ciego en el mapa del navegador, una carretera cortada, un accidente etc, el vehículo se conecta automáticamente con un centro de apoyo donde un especialista humano elige la mejor opción.

Así, apenas necesita 20 o 30 segundos para reanudar la marcha sin intervención del conductor. Pero lo mejor de esta tecnología es que será clave para facilitar la convivencia entre coches autónomos y convencionales, porque, entre otras funciones, se comunica con los otros coches que hacen el mismo recorrido para facilitarles la solución y que no lleguen ni siquiera a pararse.

Faraday Future 91

Tiene altas aspiraciones, la duda es si llegará a cumplirlas.

Faraday Future

Entre el Supercar y el cuento chino
El papel lo aguanta todo, pero el paso a la realidad suele ser más complicado. El Future es la última propuesta de Faraday, un fabricante chino que anuncia el lanzamiento de la superberlina soñada ya a la vuelta de la esquina, en 2018, aunque de momento no hay ni fábrica.

Pero el coche lo tiene todo: 4 motores eléctricos que rinden 1.050 CV, acelera de 0a 100 km/h en 2.5 segundos, incluye unas baterías de 130 kWh con más de 600 kilómetros de autonomía… Y todo, en una futurista carrocería de 5,25 metros de longitud, el tamaño del nuevo Panamera Executive. Los rumores de fiasco son un clamor, pero habrá que espera, porque el tiempo pone siempre a cada uno pone en su sitio. En el cielo o en el infierno.

Chrysler Portal

Familiar para padres Millenials
La reinvención del Chrysler Voyager que triunfó en los 90 para motorizar a los millenials cuando sean padres dentro de 10 o 20 años. El Chrysler Portal es un monovolumen futurista eléctrico y autónomo. La carrocería incluye cuatro puertas deslizantes, las delanteras se abren hacia delante y las traseras hacia atrás, y como no lleva pilar central, deja todo el acceso lateral diáfano.

Por dentro es muy modulable y permite retirar los asientos y hasta el puesto de conducción, porque incluye guiado autónomo. Pero, además, añade reconocimiento facial y oral para adoptar la configuración favorita de sus ocupantes, y unas baterías de 100 kWh para recorrer 400 kilómetros.

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