La niebla es un fenómeno atmosférico muy habitual durante el otoño y el invierno. Aparece en los días en los que no hace especialmente frío, pero hay un porcentaje de humedad elevado en el ambiente.
La AEMET ha emitido una alerta para estos días en España en la que se avisa, específicamente, de la niebla por radiación. Aunque el nombre sea alarmante, este fenómeno no tiene más peligro que reducir la visibilidad en carretera durante su corta vida.
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La Organización Meteorológica Mundial explica que la niebla de radiación aparece cuando el aire más cercano al suelo se enfría hasta alcanzar la llamada temperatura de saturación. Este concepto hace referencia al punto de rocío, es decir, cuando en el aire llega a retener el máximo de vapor de agua. El apellido de radiación se concede porque es la emisión infrarroja del suelo la que enfría el aire.
Estas condiciones provocan que el vapor de agua se convierta en pequeñas gotas en suspensión, lo crea esa suerte de niebla baja que aparece en bancos aislados en la carretera. El momento en el que es más probable encontrar esta niebla de radiación se crea cuando las temperaturas están entre los cero y los cinco grados, tras la noche y antes de que la luz del sol empiece a calentar el ambiente, y el porcentaje de humedad es elevado.
Cómo actuar
No hay que hacer nada en especial para sortear estos bancos de niebla, más allá de los consejos y normas de seguridad generales para este tipo de fenómenos. Lo primero que se debe hacer es reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad con el resto de vehículos que pueda haber en la carretera.
Después, hay que encender las luces adecuadas. Las luces de cruce son obligatorias y, cuando la niebla es muy densa, las antiniebla traseras también. Las antiniebla delanteras son opcionales y se pueden usar junto con las de cruce para aumentar la visibilidad cuando el conductor considere necesario. Activar las largas, en estos casos, es contraproducente ya que pueden deslumbrar.
Peligros de la niebla de radiación
Por último, si se circula por carretera durante las primeras horas de la mañana, hay que extremar la atención al volante. Estos pequeños bancos de niebla pueden aparecer de la nada y, pese a tener una vida muy breve por la peculiaridad de su formación, tienden a ser densos.
Este es el mayor peligro que representa la niebla de radiación en la conducción, ya que un banco de niebla de estas características puede no percibirse hasta que, prácticamente, se esté atravesándolo. Esta peculiaridad puede afectar de manera imprevista a la visibilidad del conductor, dejándole poco tiempo para reaccionar si no conduce con atención.
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