Fin de semana con la nueva VW California: cuando no es oro todo lo que reluce

Prueba de la última generación de la icónica cámper, en su versión con motorización híbrida enchufable.

VW California

La Volkswagen California es la furgoneta cámper más ambicionada por la mayoría de los amantes de este tipo de vehículos adaptados como vivienda. La marca alemana renovó el modelo el pasado año por completo, al sustituir la plataforma utilizada en las dos anteriores generaciones por la MQB que utiliza la Multivan T7, la variante de pasajeros dentro de su gama.

La oferta de la nueva California está compuesta por cuatro propuestas en base a su motorización y equipamiento cámper, desde la más sencilla Beach a la más completa Ocean. En el centro figuran la Beach Camper y la Beach Tour, esta última la utilizada para la prueba, concretamente con una mecánica híbrida enchufable que le otorga tracción total y todas las ventajas del etiquetado Cero de la DGT, algo muy poco frecuente en este segmento.

Dejando valoraciones estéticas subjetivas al margen, hay dos características principales que definen a la carrocería de la California T7. Para empezar, es más grande que la anterior (llega a los 5,17 metros de longitud) y se aprecia desde el primer golpe de vista, con mayor empaque y prestancia. Por otro lado, por primera vez cuenta con dos puertas laterales corredizas y no únicamente la del lado del copiloto como era habitual.

La solución de la doble puerta tiene más sentido en las versiones dotadas con mobiliario interior, ya que se puede acceder a los accesorios, como la cocina, el fregadero o la nevera, desde el exterior. En el caso de la Beach Tour, que carece de estos elementos al igual que la Beach básica, no parece que la segunda puerta resulte especialmente práctica, más allá de su funcionalidad básica de permitir entrar y salir del vehículo por ambos lados.

Dos camas y cuatro plazas

Volkswagen homologa la versión híbrida enchufable e-Hybrid con solo cuatro plazas, frente a las cinco de la variante diésel TDI. Los dos asientos posteriores se sitúan en los clásicos carriles del piso para variar su configuración dependiendo de las necesidades de los usuarios, mientras que los delanteros son giratorios para poder crear una suerte de salón con los traseros, colando entre ellos la mesa que se encuentra bajo la tapa del maletero. Resultaría más práctico que este elemento estuviera en el propio habitáculo, sin necesidad así de salir para acceder a ella.

Sobre la tapa del maletero hay un colchón que se despliega desde allí y hacia los asientos traseros para dar forma a la cama interior, la del propio habitáculo que es la más indicada para dormir en las épocas más frías. La California cuenta con una calefacción estacionaria que se alimenta con la gasolina del propio vehículo, que es muy valida para calentar el interior, pero no tanto la zona de la cama superior de la tienda de lona que se despliega sobre el techo.

La apertura y cierre de este techo en la Beach Tour puede ser electrohidráulico, una opción más que aconsejable para quien pueda invertir más de 2.300 euros en su adquisición (las puertas laterales también pueden tener accionamiento eléctrico como opción). El somier de la cama es de calidad y confortable, mientras que el colchón es tan fino como exige su colocación en el techo al replegarlo: en todo caso, el conjunto de ambos elementos ofrece confort más que suficiente para pernoctar.

Menos convincente es la escasa iluminación de esta zona de la cama superior, aunque es algo que se puede solucionar con fuentes de luz externas conectadas a las tomas de corriente que se encuentran en el marco del techo. Este elemento cuenta con tres ventanas (dos laterales y la frontal), además de la posibilidad de abrir por completo el paño delantero para disfrutar del exterior cuando sea posible. El acceso desde el habitáculo a esta cama superior es bastante sencillo, tanto para subir como para bajar.

Además, con el techo elevado, el habitáculo ofrece una altura libre de más de 2,10 metros, por lo que es posible estar de pie en su interior con toda la comodidad que ello representa. Eso sí, durante el accionamiento eléctrico del techo se produjeron varias tentativas fallidas, avisando el sistema de situaciones que no eran reales (como la altura limitada para su apertura) y que suspendían el proceso, exigiendo reiniciarlo para continuar con la operación.

El valor de la etiqueta Cero

Una de las particularidades más destacables de la California Beach Tour es la posibilidad de elegir una mecánica e-Hybrid, que combina un motor de gasolina de 1,5 litros y 177 CV de potencia, con otros dos eléctricos para alcanza un rendimiento total de 245 CV, además de propiciar un sistema de tracción integral el enviar estos últimos su trabajo a las ruedas posteriores.

La batería que alimenta estos motores eléctricos es de iones de litio con una capacidad de 19,7 kWh y se puede cargar hasta a 40 kW en corriente continua (hasta 11 kW en alterna). La marca homologa 95 kilómetros de funcionamiento sin emisiones, una cifra bastante optimista frente a la que se obtiene en una utilización real del vehículo, que ronda los 60 kilómetros.

El dato tampoco es malo, lo que conviene plantearse es si realmente el usuario sacará todo el partido a esta compleja tecnología en un vehículo de tales características, aprovechando las ventajas de un etiquetado Cero de la DGT que se antoja más valioso en un uso urbano para el que la California tampoco es el coche ideal.

Es cierto que se ahorra en consumo cuando los motores eléctricos pueden hacer su tarea al disponer de energía, pero cuando esto no es así se produce el efecto típico en cualquier PHEV: el mayor peso total penaliza el gasto en exceso, así que lo positivo del asunto deja de serlo tanto. El comprador debe analizar con detalle si esta alternativa cubre mejor sus necesidades que la típica motorización turbodiésel.

Un comportamiento intachable

La evolución de la nueva plataforma respecto a la precedente es abrumadora. La California T7 muestra un comportamiento encomiable, muy próximo al de un turismo a pesar de sus dimensiones y peso. Es un magnífico vehículo de viaje, confortable, seguro y con aplomo, mientras que en carreteras más reviradas conviene tener en cuanta sus características a la hora de trazar curvas muy cerradas o calcular las distancias de frenado.

Sus casi 5,20 metros de longitud, junto a una anchura y altura de casi dos metros, distan mucho de ser los ideales para moverse en espacios angostos, como los que se encuentran con frecuencia en las grandes ciudades, precisamente (como ya se ha mencionado) donde se podría aprovechar al máximo el etiquetado Cero.

El precio básico de la VW California Beach Tour 1.5 e-Hybrid es de 73.595 euros, una cantidad que puede elevarse de forma significativa si se eligen algunos de los muchos opcionales que la marca ofrece para mejorar el vehículo. Una cantidad elevada, sin duda, aunque también una tarifa inferior a la de su competidora directa de segmento, la Mercedes Marco Polo, que arranca en los 90.000 euros de la versión más básica.

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