Los sistemas de retención de los vehículos, como los cinturones de seguridad y los airbags, están pensados para adultos. Por eso, para que los niños viajen seguros, fue necesario desarrollar dispositivos específicos que los protejan en caso de accidente.
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El Isofix representa uno de los avances más importantes en seguridad infantil reciente. Se trata de un anclaje metálico situado entre el respaldo y la banqueta del asiento del coche. Cuando no se usa, permanece oculto, pero al instalar una silla infantil, permite fijarla con firmeza y evitar que se desplace.
El aro metálico homologado Isofix comenzó a aparecer como accesorio en algunos vehículos a partir de 2006, cuando fue desarrollado en los laboratorios de seguridad de distintas marcas. Su eficacia quedó pronto demostrada, y en 2014 la Unión Europea lo convirtió en obligatorio para todos los coches nuevos.

A medida que el uso del Isofix se ha generalizado en los vehículos, los SRI (Sistemas de Retención Infantil) también han evolucionado y ahora deben contar con una homologación oficial que garantice su compatibilidad con este sistema de anclaje universal.
Para fijarlas correctamente en el coche, las sillas incorporan unas pinzas automáticas que se enganchan al arco metálico del Isofix, asegurando una sujeción firme que evita cualquier movimiento en caso de impacto. No está de más echar un vistazo al manual del fabricante para tener presentes las instrucciones: el anclaje puede variar un poco de una marca a otra.
¿Cómo saber si un coche tiene Isofix?
Es tan sencillo como buscar el logo de Isofix en la fila trasera: concretamente en la línea que une el respaldo con el asiento. A veces, es una etiqueta la que revela que el coche está equipado con los anclajes correspondientes.
¿Qué pasa si no se encuentra el logo y tampoco la etiqueta? No quiere decir que el vehículo no cuente con este sistema: en este caso, habrá que meter la mano entre el asiento y el respaldo para saber si tiene los anclajes metálicos. Otra opción pasa por comprobarlo en la ficha técnica.

En el caso de que sea un modelo anterior a 2004, es posible que carezca de este sistema de seguridad. Existe la posibilidad de instalarlo: para ello, hay que comprar las piezas (en el concesionario, en una empresa de componentes…) e ir a un taller autorizado para que las instalen.
200 euros de multa
No hay que olvidar que transportar niños en el coche exige cumplir con la normativa vigente. El uso incorrecto o la ausencia de sistemas de retención infantil está considerado una infracción grave por la DGT, sancionada con 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet.
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