Los crecientes problemas de movilidad urbana, con atascos interminables y calles sin un solo hueco libre, desesperan a los conductores más pacientes. El 25% del tiempo que los automovilistas pasan en el coche lo dedican a intentar aparcar. El dato lo ofrece Europcar España; la solución muchos la buscan en la colaboración entre conductores.
La movilidad del futuro probablemente se resuelva con recetas propias de la economía colaborativa. “El coche en propiedad pasa a un segundo plano, minimizando su presencia en las zonas urbanas. Cada coche de carsharing [coche compartido] sustituye entre 10 y 17 vehículos privados”, asegura Jorge González-Iglesias, cofundador de Bluemove.
El transporte compartido se presenta como una de las soluciones posibles, pero no la única. También se puede exprimir el uso de las plazas de aparcamiento en propiedad. Las ideas en ese camino hace tiempo que se están desarrollando.
Existen unas cuantas aplicaciones que te ayudan a encontrar parkings públicos y privados en ciudades de todo el mundo, mediante las cuales puedes reservar sitio con antelación y de forma sencilla, pero otras apps ofrecen una alternativa cimentada en la colaboración ciudadana.
Parquo es una de ellas. Se trata de alquilar tu plaza de parking durante las horas que estás fuera; se trata de dar solución a dos realidades: muchas personas dejan desocupada su plaza durante su jornada laboral, mientras que otras buscan aparcamiento desesperadamente a esas misma horas en la misma zona. La aplicación pone en contacto a unos y a otros.
Como ocurre en todos los casos similares, la app necesita una comunidad lo más amplia posible para funcionar bien. De momento, ofrece plazas “en las zonas más difíciles de aparcar en Madrid y Valencia por 1,10 euros la hora y 9 euros el día completo”. Prometen que pronto estarán en Barcelona.
En la capital catalana y en Madrid también funciona Parkfy, que anima a reducir las emisiones de gases contaminantes: “Un coche de media pierde hasta 45 minutos al día para aparcar. Solo en España eso se traduce en 750 toneladas de CO2 al año”.
No obstante, los responsables de la aplicación señalan otras ventajas, como la posibilidad de reservar sitio y el hecho de que se pueden ganar hasta 300 euros al mes anunciando la plaza de aparcamiento. En la otra parte, quienes buscan estacionamiento ahorran hasta un 80% en la tarifa.
Este tipo de aplicaciones se convierten en una herramienta perfecta para los conductores, aunque hay quienes pueden quejarse de su existencia. De la misma forma que el sector del taxi brama por la existencia de Uber, los propietarios de los parkings privados no ven del todo bien estas iniciativas. En este sentido, el cofundador de Parkfy Antonio Linares ha señalado en más de una ocasión que “la economía colaborativa no es un problema, sino una oportunidad”.
El funcionamiento de estas aplicaciones resulta sencillo, tanto si se desea publicitar una plaza propia como buscar un lugar para estacionar. En unos segundos se realiza el registro y se puede empezar el proceso.
El sistema es exactamente el mismo en Comparko, aunque en este caso se trata no de una app, sino de una plataforma web, con plazas en Madrid, Barcelona y Bilbao.
Y también WazyPark funciona gracia a la colaboración entre conductores, pero con un desarrollo diferente. Esta aplicación no pone en contacto a propietarios con automovilistas, sino que sirve para que los conductores avisen al resto de la comunidad (mediante el smartphone) de que están dejando una plaza. Quienes se encuentren en la zona reciben entonces una alerta de hueco libre.
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