Mazda solo comercializa en España dos SUV, el CX-3 y el CX-5, pero en numerosos mercados su gama incluye uno mayor, el CX-9. Ahora el fabricante amplia la familia con el CX-8, un SUV inmediatamente inferior a este último que se pondrá a la venta en Japón antes de finales de año y que tiene bastantes posibilidades de venderse en Europa.
Por la primera imagen oficial revelada, el parecido estético con su hermano mayor es innegable, con un perfil realmente similar y unas proporciones casi idénticas; sin embargo, sus dimensiones serán más contenidas. Utilizar la misma plataforma que el CX-9 da como resultado unas dimensiones notablemente superiores a las del CX-5. Es 345 mm más largo (hasta 4.900 mm), 60 mm más alto (1.730 mm) e igual de ancho (1.840 mm), con una distancia entre ejes de 2.929 mm, 229 mm más.
En el interior, los clientes podrán optar por dos configuraciones, una de seis plazas (organizadas en 2+2+2) y otra de siete (2+3+2). En ambos casos la última fila está algo sobreelevada y, por tanto, ofrece unas cotas inferiores, pero no da la impresión de que, como en otros modelos de este etilo, sean solo recomendables para un uso exclusivo por parte de niños.
En el momento de su lanzamiento solo estará disponible con motores diésel, el SKYACTIV-D 2.2 que en España se comercializa con potencias de 150 o 175 CV, siempre asociado a una caja de cambios automática de seis relaciones.
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