El Infiniti QX50 es el SUV medio de la gama de Infiniti y durante el Salón del Los Ángeles se va a presentar su versión 2018, una renovación que llega cargada de novedades, con primicias del sector e incluso tecnología adoptada de su hermano pobre, Nissan.
El punto más destacado es su motor, el primero con relación de compresión variable. Esto significa que puede cambiar de 8:1 a 14:1, lo que implica priorizar el rendimiento o la eficiencia. Así, permite mejorar las prestaciones cuando se necesite u optar por un comportamiento más relajado que rebaje el consumo de combustible. Se trata de un propulsor 2.0 VC-Turbo de 272 CV y 380 Nm, asociado a una caja de cambios XTRONIC y a una tracción que puede ser delantera o integral.
En el primer caso homologa un gasto de 8,7 l/100 km y en el segundo 9 l/100 km, lo que supone una mejora del 35% respecto al V6 que le precede. En cuanto a las prestaciones, con tracción delantera hace el 0-100 en 6,7 segundos, cifra que la versión 4×4 deja en 6,3.
No es la única novedad que ofrece. La plataforma sobre la que se asienta es completamente nueva, fabricada con acero de alta resistencia SHF de 980 MPa que ahorra peso y mejora su rigidez torsional un 23%.
Como guinda, incorpora la tecnología de conducción semiautónoma ProPILOT que ya utilizan algunos modelos de Nissan. Esta permite que el QX50 tome el control de tareas de aceleración, frenado y dirección en autopistas y autovías.
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