Ventaja del DS 7, que, a pesar de ser el más grande, tiene los precios más asequibles: 37.900 euros con descuentos. Los demás superan los 40.000, empezando por el Volvo XC40, que cuesta 42.166 euros, y siguiendo con el BMW X2, que sube a 42.750. Y el Jaguar es el más caro, con 44.900 euros.
En seguridad domina el Volvo. Todos vienen de serie con seis airbags, ABS, control de estabilidad ESP, sensor de presión de ruedas y llamada automática de emergencia en caso de accidente. Y añaden también la alerta de cambio involuntario de carril, lector de señales de límite de velocidad, detector de fatiga y frenada automática de emergencia en ciudad.
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Pero el Volvo es el más completo, porque lleva un airbag más de rodilla y el mantenimiento automático del coche en el carril. Además, todos ofrecen un comportamiento dinámico muy seguro, pero el DS equipa suspensiones más blandas e invita a mantener ritmos de conducción más relajados.
El equipo de serie es correcto y no incluye nada extraordinario en ninguno, porque se han elegido los acabados básicos. Aparte de la dotación de seguridad, el cambio automático y la tracción 4×4 (no disponible en el DS), todos vienen con climatizador bizona (monozona en el Volvo), ordenador de viaje, pantalla táctil, equipo de música con conexiones USB y bluetooth, botón de arranque, sensores de lluvia y faros, retrovisores eléctricos, llantas de aleación de 17 pulgadas (18 en el XC40) y, salvo el BMW, añaden control de velocidad y sensores traseros de aparcamiento.
El DS compensa la ausencia de la tracción integral incluyendo la suspensión Active Scan —detecta los baches y adapta los reglajes para anticiparse a ellos—, levas del cambio en el volante, retrovisores con plegado eléctrico, rueda de recambio de emergencia y faros de xenón. Pero el Jaguar y el Volvo suman los faros led, y mientras el primero viene también con sensores traseros y cámara para aparcar, el modelo sueco lleva tapicería parcial de cuero y tela.
El X2 y el E-Pace ofrecen además las garantías más completas, de tres años y 200.000 kilómetros de límite en el BMW y sin tope en el británico, frente a los dos años sin límite del Volvo y el DS.
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