DS viaja a 2035 con su prototipo DS X E-Tense, un deportivo escultural, "silencioso como la brisa y ligero como una pluma", eléctrico y asimétrico. Una aproximación soñadora de la marca francesa a los modelos de dentro de dos décadas que podría resumirse en un concepto arriesgado: un coche con sidecar.
El DS X E-Tense es una especie de dos en uno: por un lado está la cabina del piloto, descubierta y con un asiento integrado en la carrocería (de fibra de carbono), para disfrutar de la conducción al aire libre. Y en paralelo, al otro lado del coche, una burbuja acoge al pasajero y lo transporta como si el coche fuera autónomo. Se trata de un habitáculo reducido pero lleno de lujo, con suelo de vidrio, asistente virtual, información proyectada en pantallas transparentes y pequeño asiento adicional.
Los motores eléctricos de las ruedas delanteras, por otra parte, ofrecen unas altas prestaciones gracias a sus 560 CV (1.360 CV en modo circuito): acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanza los 225 km/h.