Estilos diferentes que se aprecian ya en el frontal. El Focus propone un diseño deportivo basado en un capó en concha con formas abombadas, el borde de delante bien marcado y una parrilla de nido de abeja inspirada en Aston Martin. Y remacha su carácter con las taloneras de las puertas y una zaga de aletas muy musculosas. El Honda adopta una deportividad futurista, con el frontal y la parrilla en cuña, y los faros más rasgados. Y sobre todo, con unas tomas de aire enormes y llamativas delante y atrás, y un portón más tumbado.
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El Astra es más clásico y busca la elegancia con un trazo único desde la parrilla hasta el final del techo, y adopta un portón más vertical para ganar altura interior. Y el Kia mantiene la seña de identidad de una parrilla muy lograda, pero con un frontal de rasgos más redondeadas que fusiona en armonía el parachoques, como en la zaga.
El diseño interior mantiene esas pautas. El Honda es el más original, con un volante vistoso y la capilla de la instrumentación acogiendo la consola central y la del cambio. El Ford es sencillo y deportivo, lleva la pantalla flotante y detalles coloristas que alegran el ambiente. El Opel busca la elegancia en los cromados e integra también la consola central y la pantalla en el salpicadero. Y el Kia es el más convencional: todo en orden y nada que destaque.
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