Volvo denuncia que, incluso en 2019, el desarrollo de seguridad de los automóviles continúa siendo sexista. Según la marca sueca, históricamente una de las referencias en esta materia, la mayoría de los fabricantes trabajan basándose en datos obtenidos a través de pruebas de choque realizadas de forma exclusiva con maniquíes de anatomía masculina. Por este motivo, concluye la empresa, “las mujeres corren un mayor riesgo de lesionarse en el tráfico que los hombres”.
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Volvo se basa para realizar tal afirmación en las conclusiones de su equipo de investigación de accidentes. Lleva recopilando datos sobre casos reales desde los años setenta (más de 43.000, con 72.000 personas implicadas) para entender mejor lo que ocurre en una colisión, en las que hombres y mujeres están implicados igualmente, motivo por lo que su representación en las pruebas de choque debería ser también paritaria.
En su caso, iniciaron los ensayos con maniquíes femenino en 1995, con el único modelo de mujer disponible entonces, desarrollando ya en 2001 una versión específica para el estudio de impactos laterales. A comienzos de este siglo crearon una representación virtual de una mujer embarazada y en 2010 la familia de muñecos creció con otra mujer de tamaño medio para el estudio del latigazo cervical en los choques posteriores.
Con los resultados de todos estos trabajos, Volvo ha puesto en marcha la iniciativa EVA (de las siglas en ingles Vehículos Iguales para Todos), fruto de su preocupación por lo que consideran discriminación de las mujeres en este sentido. Su objetivo es compartir públicamente los resultados de más de cuatro décadas de investigación, en un centenar de documentos que se pueden descargar para su utilización en el desarrollo de coches más seguros.
Los datos recopilados por la marca sueca revelan las particularidades de los accidentes sufridos por las mujeres y sus consecuencias. Por ejemplo, son más propensas a sufrir latigazos cervicales que los hombres por su anatomía y fuerza corporal; otro aspecto determinante es el riesgo de lesiones en el pecho, lo que exige una protección adecuada tanto en las bolsas de aire frontales como laterales.
También son específicas las necesidades de protección de la cabeza, especialmente en los casos de mujeres con una menor estatura por su posición dentro del vehículo y su cercanía al volante. Por último, resultan indiscutibles las exigencias concretas de las embarazadas y Volvo ha trabajado con los maniquíes de este estilo para desarrollar cinturones de seguridad y airbags frontales que ofrezcan la seguridad necesaria para la mujer y su hijo.
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