Cada día, 19 niños sufren lesiones como consecuencia de un accidente de tráfico en España, en muchos casos con heridas graves o mortales. Y ese dato es el que ha desencadenado la creación de la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI), cuya principal misión es que la cifra llegue a cero.
La AESVI nace de la unión de voluntades entre los fabricantes de sistemas de retención infantiles, los clubes automovilísticos, las universidades, los pediatras, las matronas, la Dirección General de Tráfico (DGT), los consumidores, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, la Asociación Nacional de Seguridad Infantil y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA).
Todos ellos, y algunos otros actores del sector, trabajarán para cumplir cuatro objetivos fundamentales: formar adecuadamente a los profesionales encargados de la venta de dispositivos de retención, mejorar el conocimiento sobre protección infantil de padres y abuelos, promover estudios técnicos que reduzcan el riesgo de los pequeños y realizar campañas divulgativas de concienciación
“Queremos que la parte puramente comercial deje de mandar en este sector y que los expertos se unan para hablar de lo que saben. Queremos resolver las dudas que se plantean a los padres y formar a los vendedores. Deben ser conscientes de que están ofreciendo un sistema de seguridad y no un mero producto de consumo”, resume el portavoz del Real Automóvil Club de España (RACE) y de la AESVI, Antonio Lucas.
La AESVI, que cuenta con el apoyo de la DGT, el Servei Catalá del Transit y la Dirección de Tráfico del País Vasco, buscará la colaboración de los fabricantes de automóviles para compartir propuestas que permitan hacer vehículos “más amigables con los niños”.
Por otro lado, la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad de Zaragoza y la Universidad Politécnica de Madrid estudiarán, de forma independiente y objetiva, cuestiones biomecánicas en los accidentes con niños, los distintos dispositivos de sujeción o la mejora de la posición de las sillas, entre otros muchos temas.
Y en esta parte surgen las dudas de los padres: ¿qué sillas son las mejores?, ¿cómo elegir el modelo? ¿cómo se colocan en el coche? Ante estas preguntas, la AESVI ofrece algunas respuestas.
Consultar a los expertos
En primer lugar, lo que debe hacer el usuario es acudir a un centro especializado en sillas infantiles, en el que los profesionales estén bien formados y en el que haya un amplio abanico de productos. “Y si se puede probar la silla en el coche, mejor”, sostiene Antonio Lucas.
Guiarse por la norma más exigente
En estos momentos, en el mercado existen sillas homologadas según las normas ECE R44/04 y ECE R129. Ambas son válidas, pero la segunda, conocida también como i-Size, es más exigentes. La recomendación es comprar sistemas homologados según esta normativa, que somete a las sillas a pruebas más duras.
Llevar a los niños en sentido inverso a la marcha
Conviene hacerlo durante el mayor tiempo posible, ya que, en caso de colisión frontal, el cuello de un bebé no está preparado para soportar el peso del cuerpo lanzado hacia delante. “Las sillas i-Size pueden colocarse a contramarcha hasta que los pequeños pesan 18 kilos o miden 1,05 metros, es decir, hasta que tienen unos 3 años”, recuerda Lucas.
Utilizar el anclaje Isofix
Facilita el uso de las sillas y garantiza que estas quedan ancladas correctamente al coche. No obstante, no todos los coches disponen de este sistema de anclaje y muchas personas deben sujetar la silla con el cinturón. Si se hace bien, la seguridad es la misma. La ventaja del sistema Isofix es que hace más sencillo el proceso.
Atender a la ergonomía y a la toxicidad
En el informe europeo que analiza los diferentes sistemas de retención infantil, un porcentaje importante de la puntuación depende de la ergonomía: resulta peligroso llevar a un bebé en una postura antinatural o incómoda durante mucho tiempo. Y también hay que tener en cuenta que algunos tejidos utilizados por los fabricantes son nocivos para la salud: algunas sillas se desaconsejan por eso.
Colocar al niño tras el asiento del copiloto
En teoría, el mejor lugar para situar una sillita infantil es el asiento trasero central, ya que en ese lugar los niños están mucho mejor protegidos de las colisiones laterales. “Sin embargo, casi ningún modelo tiene anclajes Isofix en esa plaza. Por eso recomendamos ubicar al menor tras copiloto, por dos razones: por un lado, en las vías de doble sentido, la exposición al riesgo es mayor en la parte izquierda del coche; por otra parte, en ciudad resulta más seguro subir y bajar al niño por la derecha, ya que estaremos colocados en el lado de la acera, alejados del tráfico”, sostiene Antonio Lucas.
Usar siempre sistemas de seguridad
No debería hacer falta decirlo, pero hay quien no utiliza sillas para proteger a los niños. Un 10% de los conductores deja de hacerlo en los trayectos cortos, como por ejemplo para ir al colegio. Y es un error: en un choque a 50 km/h, un niño de 8 kilos que salga despedido recibe un impacto similar a una caída desde un tercer piso.
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