El Fiat 500 es principalmente un de coche ‘cool’ y ‘urbanita’ sin muchas aspiraciones deportivas, un aspecto que se ha ocupado de potenciar Abarth desde su lanzamiento. En marzo de este mismo año presentó su creación más bestia, el 695 Biposto, y, tras abrir los pedidos en junio, la marca ha anunciado que la demanda supera claramente su capacidad de producción para este año.
El compacto cuesta 40.900 euros de base, casi nada. Entonces, ¿qué ha hecho que la gente se haya vuelto loca por él? Seguramente el hecho de que sea un auténtico misil servido en frasco pequeño. Bajo el capó cuenta con un motor 1.4 gasolina turbo de 190 CV y 250 Nm, un propulsor muy a tener en cuenta, pero que impresiona todavía más teniendo en cuenta que el 695 Biposto solo pesa 997 kg, por lo que lo lleva de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y le permite alcanzar los 230 km/h de punta.
Abarth ha conseguido aligerar tanto el modelo gracias a la eliminación de elementos ‘superfluos’: fuera los asientos traseros, adiós a los faros de xenón y despídete de climatizador, elevalunas eléctrico y radio. También ha ayudado la utilización de policarbonato y fibra de carbono en diversas partes de la carrocería, los faldones, las ventanillas y el alerón; así como las llantas de OZ de titanio de 18 pulgadas que calza.
Sin embargo, gran parte de este equipamiento es opcional y no, no es precisamente barato. Hablamos de cifras como 3.000 euros por las ventanillas, 10.500 por el embrague Dog Ring, 5.500 por un kit de piezas de titanio…
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.