7 coches que se traicionaron a sí mismos: cómo eran y cómo son

El Ka fue concebido como un modelo urbano, de pequeñas dimensiones y cuyo propósito combina la agilidad en ciudad con un toque de diseño que hacía que llamara la atención.

La segunda generación, en 2009 se mantuvo fiel a esa premisa en cierta medida, pero la tercera cambió el planteamiento por completo, transformándose en un vehículo que, aún siendo compacto, apostaba por maximizar el espacio interior y ofrecerse como un producto accesible.

El Clase A original era un modelo muy peculiar, puesto que era un monovolumen muy compacto que, pese a sus reducidas dimensiones, gozaba de una habitabilidad interior enorme gracias su diseño con forma de cubo.

Su reemplazo no tuvo nada que ver y, además, supuso el principio del cambio dentro de Mercedes. Pasó a ser un compacto convencional que ayudó a rejuvenecer la imagen de la marca y a abrirla a un público mucho más amplio.

El Eclipse se mantuvo en pie hasta 2009 (cuando se lanzó su última generación), pero no pudo aguantar más el tipo: la era de los deportivos asequibles se acababa, y el nipón fue una víctima más.

Recientemente ha vuelto a la vida, pero no como muchos de los aficionados deseaban. La marca japonesa ha reutilizado su nombre para dar vida a un SUV, segmento en el que está especializándose de un tiempo a esta parte y que se ha mostrado como bastante rentable.

En 2010 los monovolúmenes todavía tenían cierta relevancia en el mercado, el auge de los SUV todavía estaba en sus comienzos y las familias que necesitaban un vehículo con mucho espacio, optaban por un MPV.

No ha tenido que pasar ni una década para que la situación sea totalmente opuesta: los todocaminos son los dueños y señores del mercado, así que Peugeot optó por readaptar su modelo llevándolo a pastos más verdes donde ha conseguido mejores ventas.

Otro ejemplo de una época en la que los monovolúmenes eran la opción predilecta para todos aquellos que necesitaran espacio. Fue uno de los mayores adalides de este concepto hasta 2013, pero en su siguiente generación sucumbió a la moda.

El actual Espace no puede calificarse de todocamino, pero aún siendo un monovolumen, la practicidad y versatilidad que le caracterizaban han dado paso a un modelo en el que predomina el diseño y en el que se aprecian muchos detalles de los SUV (llantas enormes, protecciones inferiores, etc.).

Evolucionó el concepto original, pero manteniendo sus valores: una berlina de tres volúmenes (que en esta ocasión derivaba del Seat León) de tamaño compacto. Rindió muy bien a nivel comercial, pero desde la marca española decidieron experimentar.

La siguiente generación pasó a ser un monovolumen de considerable tamaño, con un diseño parecido al del León de la época en algunos aspectos, pero que no terminó de convencer al público. El error fue tal que el Toledo dejó de producirse.

Tuvo que pasar tiempo para que Seat decidiera retomarlo y, de nuevo, con un necesario cambio de rumbo. Desde 2013 y hasta la actualidad, se comercializa con un formato de berlina asequible que compite en el mercado por sus bajos precios.

La segunda generación del Micra empezó a comercializarse en la Península coincidiendo con los Juegos de Barcelona (el primer Micra, de los ochenta, solo se vendió en Canarias). Era un utilitario pequeño (3,70 m) y de diseño humilde.

El modelo japonés ya había evolucionado con los años, pero con la última generación (la quinta) dio un salto de diseño llamativo, con unas líneas angulosas y una concepción mucho más deportiva. Además, creció casi treinta centímetros, hasta los 3,99 metros.