El mimo y esmero que un alfarero japonés le concede a un jarrón que moldea con sus propias manos; el sentimiento con el que un pintor da forma a sus ideas sobre el lienzo vacío de un cuadro; la pasión de dos bailarines que danzan al unísono. Son solo algunos ejemplos de la filosofía que Mazda aplica al diseño de su vehículos, algo que explicó con detalle Jo Stenuit durante la presentación del nuevo Mazda3 en Madrid.
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Director de Diseño Europeo de la marca desde el pasado mes de octubre, Stenuit ya ha interiorizado el concepto que la marca japonesa tiene del lenguaje de diseño, el conocido KODO -alma del movimiento-, que en la nueva generación del Mazda3 llega a cotas desconocidas, como explica su creador: “Hemos aplicado el principio de menos es más en todo el coche, eliminando aquello que sobraba y reduciéndolo a lo esencial. La luz juega un papel importante, reflejándose en cada momento sobre las superficies depuradas de la carrocería y cambiando según la hora del día”.
Como en el modelo saliente, el nuevo Mazda3 se comercializará a partir de febrero en dos versiones bien diferenciadas, una de cinco puertas y otra sedán, cada una con “una personalidad muy marcada, casi como si estuvieras ante dos coches distintos”, señala Stenuit. “Hay detalles, como el acabado de la parrilla y la forma de los pilotos, que marcan la distancia entre uno y otro. El compacto tiene un carácter más deportivo, mientras que el sedán es más elegante y sofisticado, podría decirse que apuntan a dos públicos distintos”, sentencia.
Pero aunque sus diferencias son notables, ambos comparten un elemento común: la voluntad de la marca nipona de acercar el modelo al territorio premium. Es algo que se ve reflejado en una mejora global, en cada uno de los aspectos del vehículo, incluido el diseño, algo que desde este punto se ha abordado “abogando por la pureza de formas, tanto el exterior como en el interior, donde es manifiesta la mayor calidad de los materiales”, en palabras del diseñador.
Y es que tan importante es lo que ve quien disfruta de la belleza del nuevo Mazda3 como, incluso más, lo que experimenta quien se pone al volante. La calidad percibida en tapicería, molduras, volante y cada componente es superior a la de su predecesor, que ya era mucha. Pero un factor clave es la interacción entre hombre y máquina, algo que han potenciado desde el departamento de diseño gracias a la simetría, como detalla Stenuit: “Todos los elementos del puesto de conducción están situados de forma simétrica respecto al conductor, en una equidistancia que favorece la capacidad de respuesta. También se han recolocado elementos como la pantalla central, situada más hacia adelante, por lo que es más fácil para quien conduce ver la información que muestra”.
A menudo, conseguir que todo encaje no resulta sencillo, puesto que además de diseño hay que integrar la labor de los ingenieros, algo que parece no ser muy complicado dentro de Mazda por el acierto que se aprecia en sus creaciones. “Trabajamos de manera conjunta desde el principio, intercambiado información que nos ayude a unos y otros. En el caso del Mazda3, contar con la nueva Skyactiv Vehicle Architecture nos ha proporcionado una buena base y ha influido, sobre todo, en las proporciones del coche”, comenta al respecto el diseñador.
La ocasión era ideal para conocer la opinión del director de diseño europeo de la marca sobre la habilidad que parece tener la compañía para trasladar de manera fiel sus espectaculares prototipos a modelos de producción, algo cuya repuesta parece bastante sencilla: “El concept es básicamente una versión enfatizada del modelo que llegará a la calle, pero tienes que asegurarte de que su esencia sigue presente en el modelo final. Si no, no sirve”.
También hubo tiempo para mirar al futuro, a lo que está por venir, descubrir la visión de Jo Stenuit al respecto: “Tenemos los dos prototipos, el RX-Vision, del que parte el cinco puertas, y el Vision Coupe, que es el origen del sedán, que nos ofrecen un amplio rango de características, dos bases de las que tomar aquello que queremos. El próximo modelo seguramente se sitúe en un punto intermedio entre los dos. Existe un concepto común, pero pretendemos que cada coche tenga una personalidad propia”.
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