Aston Martin, que sigue siendo uno de los fabricantes premium más valorados en la actualidad, además con una presencia regular en los Campeonatos del Mundo de F1 y Resistencia (WEC), fue fundado en 1913 por Robert Bamford y Lionel Martin.
En 1914 diseñó un prototipo de competición, al que bautizó con el sobrenombre de ‘Coal Scuttle’ (Scooter de carbón), cuyo propósito era vencer al ya mítico Bugatti de la época.
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La Primera Guerra Mundial suspendió la mayoría de las actividades no fundamentales para dedicar la industria al esfuerzo bélico, incluido el desarrollo de este coche, por lo que no fue hasta 1924 cuando Aston Martin puso fin al periodo de pruebas y vendió el modelo por 50 libras, lo que hoy equivaldría a 59 euros.
El prototipo participó en la carrera Londres-Edimburgo de 1919, y posteriormente compitió en todo el Reino Unido en 1920.
Evolución posterior
El continuo trabajo de desarrollo llevó al Coal Scuttle a constantes evoluciones, incluso después de que se vendiera en 1924, por lo que el fabricante británico ni siquiera sabe exactamente cómo se ve el modelo hoy en día, lo que obviamente se debe a la creatividad de los mecánicos que aseguraron la preparación y el mantenimiento para las carreras desde su nacimiento.
Lo cierto es que el ‘Aston Martin Heritage Trust’ busca con ansia este vehículo, exactamente el que este fabricante vendió hace 100 años por 50 libras, un valor normal para los años 20, si aplicamos la inflación registrada en el siglo pasado y desde entonces.
El vehículo tiene (obviamente) un valor histórico para el fabricante británico e incluso para el Reino Unido, por lo que representa en términos de memoria de la industria automovilística en sus comienzos.
Es posible que el Coal Scuttle haya sufrido numerosas transformaciones y adaptaciones, pero será difícil devolverlo a su forma original, al menos cuando defendía los colores de Aston Martin.
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