Hace no mucho que Aston Martin presentó su división AMR, dedicada a radicalizar los distintos modelos de su gama. El que abrió la veda fue el DB11, pero con su segunda creación quieren demostrar que pueden sacar el lado más dinámico incluso a los modelos que teóricamente no son tan deportivos dentro de la familia. Es el caso del Aston Martin Rapide AMR.
Lo primero que destaca es la decoración específica del modelo, con colores de guerra inspirados en la competición, siendo el verde oscuro el que tiene más presencia; además, el amarillo fosforito se utiliza como elemento de contraste tanto en forma de vinilo longitudinal por toda la parte superior como en los paragolpes inferiores y las pinzas de freno.
Monta además un kit aerodinámico exclusivo que incluye una nueva parrilla, extensiones en los bajos, un difusor y un pequeño alerón, todos ellos hechos de fibra de carbono. A esto se suman unas llantas de 21 pulgadas que van envueltas en neumáticos Michelin Super Sport.
No todo es apariencia, ya que monta un motor 6.0 V12 atmosférico que desarrolla 603 CV de potencia y 630 Nm de par máximo, que ha optimizado su flujo de aire y va asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades que ha sido recalibrada. Gracias a ello acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y alcanza una velocidad punta de 330 km/h.
No para ahí la puesta a punto, ya que la altura de la carrocería es 10 mm más baja, los amortiguadores son dinámicos y cuentan con tres niveles de dureza, y monta de serie discos de freno carbocerámicos de 440 mm delante y 360 mm detrás, mordidos por pinzas de seis y cuatro pistones respectivamente.
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