Adelantándose varias décadas a Charles Darwin y su Origen de las especies, el naturalista Jean-Baptiste Lamarck señalaba ya a principios del siglo XIX el carácter evolutivo de las formas de vida. En su Filosofía Zoológica llegaba a la conclusión de que se avanzaba “por tanteos y sucesivamente”. Pues bien, la veracidad de este planteamiento puede extrapolarse a la evolución de los salones del automóvil que ha venido ofertando la institución ferial de Madrid, IFEMA, durante sus últimas ediciones. En alguna de ellas (2010) se ha vestido incluso “ecológico y de movilidad sostenible”.
Este año, y con la llegada de un nuevo responsable (Miguel Aguilar), están convencidos de que han encontrado su vocación definitiva: la comercial. Qué mejor manera de adaptarse a los nuevos tiempos. Unos tiempos en los que no solo las reglas de la competencia son cada vez más duras y exigentes, sino que algunas de las nuevas formas de vida que se apuntan empiezan a consolidar su presencia.
Hace unas semanas, el director general de Hyundai España, Leopoldo Satrústegui, anunciaba a un grupo de periodistas que este mes de mayo se inauguraba en el centro comercial Plaza Norte 2 de Madrid una nueva tienda de su marca en la que no habría vendedores. El nuevo sistema Click2Drive permite realizar todo el proceso de compra online y lleva incluida la prueba física del automóvil por parte del comprador que quiera desplazarse con él. Se trata de una fórmula ya experimentada por la marca surcoreana en Reino Unido, con unas ventas anuales de 1.000 automóviles.
NUEVAS HERRAMIENTAS
Pero no es solo en este sector, acostumbrado desde sus orígenes a continuas innovaciones, donde se ponen de manifiesto estas aventuras. Hay incluso una marca, Apple, que enarbola con orgullo esa bandera y ha creado escuela. Cada vez son más las referencias de responsables del sector automovilístico a estas nuevas herramientas comerciales y la posible conveniencia de instalarlas en su ámbito. En algún caso, como el de la firma norteamericana de coches eléctricos Tesla, ya han dado un paso de gigante saltándose a la torera el sistema tradicional de concesionarios.
Una figura que sigue siendo fundamental en el sistema europeo, pero que deberá tener en cuenta que, aunque no parece que estemos frente a una peligrosa revolución para sus intereses, sí existe una importante y acelerada evolución a la que tendrán que adaptarse. Los días como el Black Friday, las ofertas y campañas de todo tipo les obligan a tener una cintura ágil.
De momento, los concesionarios son fundamentales para el funcionamiento y están presentes en todas estas nuevas innovaciones comerciales, siendo ellos los últimos responsables de la entrega y venta del automóvil.
En ese contexto se presenta esta nueva edición del Salón del Automóvil de Madrid, con nueva denominación, Madrid Auto, y abierto en IFEMA hasta el 16 de mayo. Y lo hace con una clara vocación de que este tipo de certámenes se prolonguen en el tiempo.
“El comprador tiene cada vez más la posibilidad de recoger toda la información disponible a través del mundo digital, plataformas de todo tipo, medios de comunicación, foros, etcétera. Montones de información sobre el producto y la posibilidad de experimentarlo y conocerlo bien a través de la red a lo largo del año, o bien en momentos concretos en los que se le congrega en lugares determinados para entrar en contacto con el producto”, señala un Miguel Aguilar expectante aunque convencido del éxito de este experimento. El primer certamen de este tamaño en Europa y cuyo resultado se analizará con mucha atención.
También se pondrá de manifiesto la naturaleza de las relaciones entre las propias marcas que acuden con concesionarios propios y sus concesionarios independientes con los mismos productos.
En ese sentido, una de las marcas que más importancia conceden a este tipo de eventos, a los que les da “un carácter eminentemente comercial”, es Mercedes Benz, que en esta ocasión ha desplazado “la práctica totalidad de sus fuerzas de ventas al recinto ferial”, según comenta su director de comunicación, Enrique Aguirre de Cárcer. “Todas las concesiones de Madrid están presentes con vendedores y el número de estos está siempre en función de su peso específico, es decir, cuanto mayor sea su cartera de clientes, mayor será la presencia de su fuerza de ventas en el stand”.
TODAS LAS MARCAS
Miguel Aguilar explica que “Madrid es una gran tienda y nosotros su mejor escaparate”. Un escaparate que hace gala también de presentar la oferta más variada posible, ya que junto a los cinco pabellones de Madrid Auto se encuentra el del Salón del Vehículo Profesional y de Flotas. Y 10 días después se abrirá el del Vehículo de Ocasión, ocupando el mismo espacio por parte de “prácticamente la totalidad de las marcas”, que de esta manera se benefician de un sustancioso ahorro en una inversión no menos importante con la que, según algunos representantes de firmas automovilísticas, no se obtenía el retorno previsto.
En ese sentido, Aguilar hace hincapié en la diferencia entre el precio del suelo y el de la vivienda que finalmente se construye. El alquiler del metro cuadrado no ha variado y “sigue siendo barato en comparación con ofertas semejantes”. Lo que han cambiado “un poco” son las normas y se ha hecho “una cierta pedagogía de austeridad”. Con clase, estilo, con estándares corporativos, pero “sin exageraciones ni ostentaciones”.
Reconoce también Aguilar que se ha hecho un esfuerzo importante en la presentación, algo en lo que querían insistir los expositores, a quienes se ha tenido muy en cuenta. “Hemos hecho un esfuerzo razonable compatible con la nueva orientación comercial del salón”, dice. Eso sí, aunque esté “orientado al coste”, han evitado la tentación de convertirlo en un salón low cost, sino que las ventas de coches y la rentabilidad justifiquen la inversión de los expositores.
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