El turismo de estilo cámper ha experimentado un auge importante en los últimos años, especialmente tras la pandemia. Son muchos los que, ya sea alquilando una furgoneta o preparando la suya propia, se han animado a experimentar este tipo de viajes; pero, como todo en esta vida, hay niveles y niveles, y el que propone la Bedrock XT2 está al alcance de muy pocos.
Está basada en la Ford F-550, pero modificada de manera considerable para convertirla en un vehículo todoterreno de seis ruedas que llega a donde pocos pueden llegar.
Lo primero que llama la atención es el añadido del tercer eje, que la Ford no tiene de serie. Este no está motorizado, pero su presencia ayuda a repartir el peso y reducir la presión sobre el suelo en un 25%, además de que sí que cuenta con un sistema de frenos que ayudan a detener el conjunto.
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Las llantas de 20 pulgadas están envueltas en unos neumáticos de 43 pulgadas que cuentan de serie con un sistema de inflado semiautomático. Respecto al sistema de propulsión, la compañía no desvela mucho más allá de que cuenta con tracción 4×4 y que dispone de diferenciales de deslizamiento limitado para afrontar las salidas del asfalto con garantías.
Respecto a su estructura, básicamente se trata de una casa acoplada sobre la base del pick-up, formando una suerte de caravana de estilo capuchino. De hecho, es posible separar ambas partes para situaciones en las que el conductor quiera hacer conducción todoterreno sin llevar la casa a cuestas.
El módulo ofrece todo lo que se puede pedir en una cámper. Incluye un amplio salón con sofás enfrentados y en un lateral, alrededor de una mesa que hace las veces de comedor. Toda la estancia está repleta de armarios y huecos de almacenamiento. Dispone de una cocina con un fregadero, fogones y nevera. Tiene una estancia separada para el baño, que incluye una ducha. Sobre la cabina está la habitación con la cama de matrimonio.
Además, no faltan elementos como el aire acondicionado, un depósito de agua de 447 litros, calefacción, dos televisiones (una de 32 pulgadas y otra de 24), conexión a internet o una cocina para el exterior.
Lógicamente, todo esto tiene un precio y es que la tarifa base de la Bedrock XT2 es de 690.000 dólares, lo que al cambio actual suponen 635.000 euros.
Slava Knorr, director ejecutivo de Krug Expedition, ha declarado: “El Bedrock XT2 es el resultado de años de pruebas exhaustivas y comentarios de los clientes, lo que dio como resultado nuestro vehículo más capaz hasta la fecha”.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.