En el mundo del automóvil, como en todo en esta vida, hay niveles y niveles. Mientras que el presupuesto de la mayoría de los mortales para adquirir su nuevo coche tiende a ser ajustado, en el segmento del lujo esas cuantías son las que se emplean para adquirir partes de coches caros como, por ejemplo, una llanta.
Es el caso del Ferrari Purosangue, el primer SUV de la marca italiana. Aunque su tarifa para el mercado español no se ha llegado a concretar nunca, en otros países su precio base ronda los 400.000 euros, que se pueden ampliar de manera considerable a base de extras.
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Con esta cuantía como referencia, no es de extrañar que accesorios y complementos cuesten también sumas importantes.
Hay empresas que se dedican a vender piezas originales de marcas de lujo, lo que permite ver cuánto cuesta dejar un modelo de este nivel al gusto del comprador. Miller Motorcars Boutique es una de ellas y resulta particularmente llamativo el precio de las llantas.
Está disponible un modelo convencional, en diámetros de 22 o 23 pulgadas, que ya implica el pago de 4.893 euros por cada llanta, es decir, que el juego completo ronda los 20.000 euros. Por ponerlo en perspectiva, es más de lo que cuesta un Dacia Sandero, un Seat Ibiza o un MG ZS, todos ellos modelos que están entre los 10 coches más vendidos de España en 2024.
Sin embargo, esa es la opción de rueda “barata”, puesto que también están disponibles otras llantas de las mismas dimensiones, pero forjadas, que cuestan, cada una, 15.659 euros. Es decir, en cada una de las esquinas del SUV deportivo está algo que cuesta más que un Dacia Sandero, cuyo precio de partida es de 13.940 euros, e incluso que un Dacia Sandero Stepway, la versión campera del utilitario, que arranca en 15.320 euros.
Miles de euros en accesorios
Aunque cueste creerlo, ni siquiera se trata del extra más caro disponible para el Purosangue. En la misma web se puede ver el caso de las extensiones de fibra de carbono para los pasos de rueda, disponibles por 20.553 euros; o el de un volante del mismo material, por el que hay que pagar 37.191 euros.
Y es que incluso en accesorios que en cualquier coche normal no llegarían a la veintena de euros, en un modelo de lujo como el Ferrari alcanzan cifras estratosféricas: 1.663 euros por unas alfombrillas, 3.151 euros por una funda con la que cubrir el coche o 773 euros para una funda de asiento; por poner algunos ejemplos.
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