Los coches SUV llevan de moda muchos años. Este tipo de carrocería ha convencido a la mayoría de conductores europeos por su distribución del espacio interior y, sobre todo, por la altura de la posición de conductor, que transmite cierta sensación de seguridad.
No obstante, varios estudios han demostrado que los SUV representan, por un lado, un cierto peligro para los peatones, ciclistas y usuarios de patinetes debido, precisamente, a esa altura. Por otro lado, ocupan mucho más espacio al circular y al dejarlos estacionados.
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La capital de Francia, París, ya puso medidas contra el uso de los coches SUV en su área urbana. En concreto, para limitar que aparcaran en la calle, el ayuntamiento estableció una carísima tarifa para este tipo de vehículos: hasta 18 euros por dos horas en los distritos del primero al undécimo.
Ahora, uno de los senadores del gobierno francés, Ian Brossat, ha comunicado su intención de presentar una propisición no de ley, que ya tiene redactada, para dar un paso más allá en las limitaciones a la circulación de los coches SUV en Francia.
Le Figaro ha explicado que Brossat, elegido por el Partido Comunista francés, quiere dar la posibilidad a todas las ciudades de Francia de regular e incluso prohibir que los coches de tipo SUV circulen por sus calles.
Los SUV, ¿más peligrosos y contaminantes?
Para él, es una cuestión de seguridad. Como ha recogido este periódico francés, Brossat opina que los SUV son más grandes y pesados y, por lo tanto, más peligrosos para el resto de usuarios presentes en el tráfico urbano. Los riesgos de que un peatón sufra heridas mortales son un 50% más elevados si el coche pesa 1.800 kilos, en comparación con uno de 1.200 kilos, ha citado el senador.
De hecho, el texto legal que Brossat está preparando para desterrar a los SUV de las ciudades francesas apunta, precisamente, a los más grandes. Aquellos susceptibles de sufrir restricciones serán los SUV térmicos de 1,8 toneladas y los eléctricos de más de dos toneladas.
Además de ser más peligrosos, los SUV térmicos también consumen más combustible y, por lo tanto, emiten más emisiones. El senador comunista ha añadido que estos coches necesitan un 20% más de combustible que otros modelos más pequeños para recorrer la misma distancia.
De todas formas, una vez que Brossat presente su proposición no de ley para vetar a los SUV de las ciudades francesas, le quedará conseguir el acuerdo del Senado (con mayoría de la derecha) y llegar a la Asamblea Nacional, donde recibiría la aprobación final. Llegue o no llegue a buen puerto esta medida, parece que a los SUV les crecen los enemigos.
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