por EL MOTOR
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Seat 850 Coupé // 1966
Su motor tenía una mayor relación de compresión que en el 850 normal y recibía un carburador de doble cuerpo, lo que ayudaba a añadir 10 CV extra para alcanzar los 47 CV. En el 69 pasaría a montar un bloque de 903cc con el que su potencia ascendió hasta los 52 CV. -
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Seat Ibiza SXi // 1988
El Ibiza marcó un antes y un después para la marca y, cuatro años después de su presentación, apareció su deportiva versión SXi. Tomaba el motor 1.5 existente, pero reemplazaba la carburación por la inyección, subiendo la potencia del bloque de los 85 a los 100 CV. -
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Seat Ibiza GTI // 1993
La segunda generación del Ibiza tuvo una versión deportiva que, al menos en estética, resultaba bastante discreta, pero que después montaba un bloque 2.0 (el más grande del segmento en la época) y 115 CV de potencia. En 1994 llegó una variante con un motor 1.8 16v de 130 CV. -
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Seat Ibiza FR // Desde 2002
Con la tercera generación del compacto llegó la denominación deportiva que se quedaría hasta el día de hoy: FR. Concebida en principio para las versiones más potentes, con el paso del tiempo se ha transformado en un acabado con estética más atractiva bajo cuyas alas los clientes pueden optar también por motores menores.