Los radares son uno de los sistemas más conocidos para controlar el tráfico. No solo los excesos de velocidad, también existen cámaras para vigilar el uso del cinturón de seguridad o el del teléfono móvil al volante.
Entre todos los tipos de radares que hay, existen los móviles y, de ellos, algunos se colocan en el interior de los coches. De esta manera, los automóviles camuflados de los agentes de policía pueden realizar controles de velocidad en carretera.
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Hay un país en Europa que ha dado un paso más allá, desde hace algún tiempo, y ha colocado estas cámaras en vehículos particulares. Se trata de Francia, donde los datos muestran que en 2024 había unos 400 coches privados con radares instalados para controlar el tráfico.
Estos coches con radar incorporado son el terror de los conductores en Francia. Y es que las cámaras pueden estar montadas en cualquier vehículo, por lo que pasan altamente desapercibidas entre el tráfico aunque son igualmente infalibles.
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De todas formas, los conductores franceses tienen un método para ver qué coches privados funcionan como radar. Estos cinemómetros privatizados están registrados y hay una web donde consultar qué modelos con qué matrículas pueden detectar los excesos de velocidad, basta seleccionar con seleccionar la región y aparecerá el listado.
¿Habrá coches privados con radares en España?
Para el año que viene, se espera que estos coches con radar incorporado circulen por tres regiones más de Francia y el total de vehículos de este tipo en circulación llegaría a los 550. La única región que, por el momento, se libra de estos cinemómetros privatizados es Île-de-France, donde se encuentra París.
Es difícil que estos radares privatizados lleguen a España. En nuestro país, para que las multas por exceso de velocidad detectadas por un radar sean válidas y conforme a la ley, debe haber un agente de policía o de la Guardia Civil detrás del cinemómetro.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.