La imagen como argumento diferenciador. El NX es el primer todoterreno medio de Lexus y el mejor exponente del giro de diseño de la marca. Y es que propone una estética vanguardista que lo postula como uno de los modelos con mayor personalidad y, así, trata de destacar frente a sus competidores, los Audi Q5, BMW X3, Mercedes GLA y Range Evoque. Aparte del diseño, el último coche de la división de lujo de Toyota muestra otro punto especial: su mecánica híbrida, que aporta ventajas en ciudad frente a los motores diésel de sus rivales.
El NX 300h está disponible a partir de 38.300 euros con tracción delantera y desde 46.700 con la total, que se liga a equipamientos más completos y sube mucho de precio. Mide 4,63 metros de largo y tiene cinco plazas y un maletero de 555 litros. Y cumple de sobra como familiar.
Como sucede en todos los Lexus, el NX brilla por su confort, calidad de conjunto y finura de funcionamiento en general. La mecánica híbrida rinde 197 CV, lleva caja automática de tipo CVT (como el Prius) y anuncia un consumo muy bajo: cinco litros de media (116 g/km de CO2) tanto en ciudad como en carretera. En trayectos urbanos es factible aproximarse a las cifras oficiales y mejora a los modelos diésel equivalentes, aunque luego, en los recorridos extraurbanos, la situación se invierte y gasta más que estos.
Los acabados de entrada, Eco y Corporate (38.300 y 40.200 euros), incluyen una dotación correcta y se venden solo con tracción delantera, mientras que los tres superiores, Executive, F Sport y Luxury (46.700, 55.900 y 64.500) cuentan con tracción 4×4 y vienen mejor equipados. El Executive, por ejemplo, aporta tapicería de cuero y cargador inalámbrico para el móvil, y el F Sport suma un frontal más deportivo y suspensión electrónica.
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