Las informes y estadísticas son claros, beber cuando se va a conducir es uno de los factores de riesgo que implica un aumento en los accidentes de tráfico. En España, por ejemplo, el alcohol está presente entre el 30% y 50% de los accidentes mortales, según la Dirección General de Tráfico (DGT).
En Estados Unidos, por su parte, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) estima que alrededor de 18.000 personas murieron en 2020 a causa de colisiones relacionadas con el alcohol, lo que representa el 40% del total de muertes por accidentes de circulación.
El control sobre los conductores ebrios es una constante en el país de las barras y estrellas, produciéndose infinidad de detenciones todos los años. El año 1996 fue el más exagerado en cuanto a detenciones de conductores, llegando a una cifra cercana al millón y medio de arrestados por conducir bajo la influencia del alcohol.
Programa de Conductor Designado
El país que preside Joe Biden hace años que se tomó muy en serio lo de minimizar el alcohol al volante, por ello utilizan desde 1986 el plan “Designated Driver Program” (Programa de Conductor Designado). Así, en el grupo de amigos que van a salir a divertirse debe seleccionarse a una persona para que se mantenga sobria y actúe como conductor responsable de un vehículo.
Este concepto de “conductor designado” se desarrolló en Escandinavia durante varias décadas a partir de 1920. El consumo de alcohol y los cada vez más populares automóviles de aquellos años derivaron en infinidad de accidentes. Por eso crearon el programa. Fue a partir de la década de 1980, cuando se popularizó.
Premiar a los abstemios al volante
Para ayudar a concienciar a los conductores irresponsables, un sinfín de restaurantes y locales de ocio a lo largo de los 50 estados llevan ya un tiempo ofreciendo recompensas a los “conductores designados”. Aquellos que van a hacer de guardianes de sus amigos y que va a devolverlos sanos y salvos a casa.
Estos locales de ocio premian al sufrido conductor con la posibilidad de beber y comer todo lo que quieran con un descuento que, los que pueden beber alcohol, no obtienen. Así, muchos establecimientos ofrecen refrescos y agua gratis para el conductor. En otros la promoción llega a la comida, pudiendo elegir cualquier producto de la carta con un 25% de descuento.
Además, los establecimientos que se han acogido al programa de “conductores designados” también han percibido un aumento en su facturación. En definitiva, es una estupenda forma (apoyada por las autoridades) de asegurar unos desplazamientos por carretera en las noches de ocio en los que disminuirán el número de conductores ebrios y, por ende, los accidentes de tráfico.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.