Disney también se pasa al coche eléctrico

La multinacional avanza hacia la nueva movilidad en Autopia, uno de sus grandes emblemas en Estados Unidos.

Disneyland Autopia

Los coches tienen guías inferiores para evitar accidentes.

El tiempo nunca pase en balde, aunque hay instituciones que consiguen mantenerse al pie de cañón década tras década. Disney es una de ellas y es tan antigua que cuando decidió dar el salto a los parques temáticos y abrir Disneyland, era nada menos que 1955. Desde entonces ha llovido mucho, pero hay partes y atracciones del parque que se han mantenido desde el día uno, aunque evolucionando de manera regular. Una de ellas es Autopía.

Concebida como una primera aproximación de los más pequeños al mundo del automóvil, permite a los niños y niñas ponerse a los mandos de lo que los creadores de los años 50 consideraban que sería un coche futurista.

Es algo que queda patente en su diseño, pero no tanto en su mecánica que, hija de su época, era de combustión y ha seguido siéndolo hasta ahora. La compañía ha considerado que es el momento de adaptarse a los tiempos actuales y ha anunciado el plan para reemplazar todos los coches térmicos por otros con motores eléctricos.

Jessica Good, portavoz del parque, ha hablado con Los Ángeles Times por correo eléctrico, declarando lo siguiente: “Desde su apertura junto al parque Disneyland en 1955, Autopia se ha mantenido como un favorito entre los niños pequeños que experimentan la conducción por primera vez. A medida que la industria avanza hacia fuentes de combustible alternativas, hemos desarrollado una hoja de ruta para electrificar esta atracción y estamos evaluando tecnología que nos permitirá pasar de los motores de gasolina en los próximos años”.

Tiene sentido que una atracción para los más pequeños (pueden conducir acompañados si miden 81 centímetros y solos si llegan a los 132 centímetros) se pase a las mecánicas libres de cero emisiones, en lugar de que estén respirando un aire cargado de la contaminación que producen los motores en constante funcionamiento.

Sin ir más lejos, en 2016 se reabrió la atracción con el patrocinio de Honda, que no solo aportó su diseño propio para los vehículos, si no que también cambió los motores antiguos por unos propulsores propios más limpios que eran más apropiados para el uso que se les daba.

Es, además, solo el último cambio de una evolución importante desde que fuera concebida por primera vez. En el vídeo que Disneyland publico por el 61 aniversario de la atracción se puede observar como empezó siendo, básicamente un circuito de karts con coches que parecían de choque limitados a bajas velocidades.

Con el tiempo, se adoptaron diseños más modernos y, para la seguridad de los usuarios, se equipó un sistema de raíl de asistencia en los bajos para evitar los choques.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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